El Centro de Estudios Nacionales de Desarrollo Alternativo (Cenda), actualizó sus Índices Mensuales de Actividad Económica a octubre de 2016, esto basado en las cotizaciones de AFP de los trabajadores asalariados de noviembre, comprobando que el empleo asalariado se ha estancado por tercer mes consecutivo (considerando agosto, septiembre y octubre de 2016), lo que desde el centro de estudios consideran como el inicio de una eventual recesión económica.

Esto porque en una visión retrospectiva hecha por Cenda, en los últimos años, los otros períodos en los cuales hubo tres meses consecutivos de estancamiento o reducción en la proporción de asalariados ocupados respecto de la población de 16 años y más, han coincidido con el inicio de una recesión, como en agosto de 1998 con el inicio de la crisis asiática, octubre de 2000 y septiembre de 2002 en la llamadas crisis de las empresas “punto com”, y en febrero de 2009, durante la llamada crisis subprime.

Riesco señala que este indicador es muy decidor para determinar la ocurrencia de una recesión, ya que sólo cuando ha habido crisis económica, se verifican estos tres o más meses de estancamiento o reducción de la cantidad de trabajadores asalariados en el país. Además, el economista de Cenda destaca la utilidad de revisar las estadísticas de cotizaciones en AFP ya que estas “constituyen un censo mensual de la actividad de la fuerza de trabajo real y concreta, reflejada en diez millones de cuentas de afiliados activos en las AFP, identificados con RUT, nombre y apellido”.

“Toda la gente que hay en el país que, por decirlo así puede trabajar, y si tú comparas cuántos trabajaron como asalariados en un mes determinado qué proporción de la población total, no te equivocas nunca. Si ese indicador, si esa proporción sube, quiere decir que la economía está subiendo. Si esa proporción baja, quiere decir que la economía está en recesión”.

La importancia del gasto fiscal

El economista de Cenda hizo hincapié en el factor de la expansión del gasto público como posible contrapeso a las recesiones, en vista de la crisis que están previendo desde Cenda.

En este sentido, Manuel Riesco recordó que la recesión provocada por la crisis asiática en 1998 se prolongó hasta 2005, casi todo el gobierno de Ricardo Lagos porque, a su juicio, el gasto público en ese período fue muy bajo, sin embargo desde 2006 hasta 2015, Chile había mostrado números positivos, incluso en medio de la crisis subprime, ya que el gasto fiscal se expandió llegando a un 7,3 por ciento anual, frente al 4,7 anual entre 1998 y 2005.

“La economía se había salvado de caer nuevamente en recesión ahora a partir de 2010 que es cuando empezó a hacer el precio del cobre y empezó a caer el peso chileno y empezaron los problemas internacionales, pero se había salvado la economía chilena porque desde 2005 hasta 2016 el gasto público creció a un 7,13 por ciento anual, el gasto público se duplicó en esos diez años”.

Pero con la política de austeridad que ha impulsado el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, junto al ex presidente del Banco Central, Rodrigo Vergara. Expresión de esto es el 3 por ciento de crecimiento del Presupuesto 2017, lo que para Riesco es un total contrasentido considerando la situación económica recesiva que puede enfrentar nuestro país desde este año.

Gobierno desestima eventual recesión

Si bien, el ministro Valdés ha reconocido en los últimos días que el crecimiento económico en Chile está en una “fase de mayor debilidad”, lo que incluso ha abierto un flanco de conflicto entre el titular de Hacienda y los parlamentarios oficialistas, ya que Valdés hizo un llamado a que “entre todos podamos reducir los ruidos que enfrenta la confianza en inversión”, en directa alusión a tramitación de reformas que podrían incomodar al gran empresariado, el Ejecutivo descartó que Chile esté iniciando una fase recesiva.

Fue la ministra del Trabajo, Alejandra Krauss, la que no obstante reconoció que la economía está desacelerada, desestimó que estemos en un escenario de recesión, y aseguró que desde el Gobierno han sido muy responsables en el manejo del erario fiscal.

“Difiero de esa apreciación. Estamos, efectivamente, en un escenario de economía frenada, desacelerada, peor nada indica que estemos en recesión. Sí estamos observando seriamente el comportamiento del mercado, por lo mismo estamos siendo muy responsables con las finanzas públicas de todos los chilenos”.