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Piñera, el carroñero


Miércoles 18 de enero 2017 11:29 hrs.


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Señor Director:

Pretende volver a ser presidente… pero es un carroñero.

En realidad se comporta como esos niños mañosos, mal educados, que se tiran al suelo en la entrada del supermercado para que le compren un caramelo. Piñera es así, y somos un país en el cual debemos aceptar a cientos de estos tipejos. Esos medio pelo que robando pasan esa invisible raya entre el arribismo con perfil de rastrero, con ese toque/perfume de sinverguenza que tan bien le cae cuando se colocan corbata. Les gusta la música militar.

Busca votos entre el dolor. Mostrarse en algún sector donde la irracionalidad provoca muerte, le gusta. Nadie le pide que vaya pero él va. Falso hasta para entregar un pésame.

No es el único país que durante algún tiempo es gobernado por un delincuente, hay otros; Teodoro Obiang Nguema en Guinea Ecuatorial, Robert Mugabe en Zimbabue, Mobutu Sese Seko en el Zaire. Han habido también presidentes con serias limitaciones intelectuales y algunos muy por debajo de lo que se podría definir como normalidad. Nunca la derecha ni los acólitos piñeristas se comparan con los países africanos, es foto fea, les gusta más donde hay blancos.

Como se vocifera desde los púlpitos: de todo hay en la viña del señor.

Piñera no es diferente a esos berrincheros que hacen lo que les da la gana sencillamente porque tienen dinero. Ya gobernó durante cuatro años y con eso es suficiente, no aportó nada, no construyó nada, todo quedo igual. El fue un hijo del binominal y nunca lo cuestionó, consideraba que daba estabilidad al país. Todo lo contrario, es el dueño de aquella frase que la educación es un bien de consumo, eso dejó extremadamente contentas a las sopaipillas chilenas y empanadas venezolanas.

Cuatro de piñerismo con secretos en palacio. Nadie hablaba de las boletas y facturas, Délano y Lavín, esos del banco Penta, se paseaban ufanos por sus lustrosos pasillos casi como si del jardín de los olivos se tratara. TODOS los cercanos a Piñera llenando sus bolsillos a manos llenas, mientras el Chile profundo con salarios miserables avalados por la CUT. Subsecretarios pagados en salarios extra por favores recibidos desde las alturas.

Sorprende la pasividad con que la ciudadanía guarda silencio frente a un delincuente de cuello y corbata, acá no hay presunción de inocencia. Piñera salió impune después de haber cometidos delitos graves. Quedó libre, sano y salvo porque su hermano era ministro de Pinochet, es decir, buscó amparo entre sus predilectos, las botas militares. Una ministra de justicia también de la dictadura de Pinochet, pidió piedad para Sebastián, mientras estaba escondido para evitar que sea detenido, y más encima cobarde. Se debe dejar meridianamente claro que existió orden de detención, y que lo fueron a buscarlo a su casa, su mujer dijo, que se había enterado por los diarios.

Si Piñera hubiera nacido en cuna pobre, posiblemente la única alternativa habría sido la de enfierrador, o subir sacos de cemento a un segundo piso, pero no fue así, típico medio pelo de clase media. Copiaba a sus compañeros durante los controles y exámenes, pero es que hasta en eso…. rasca.

Piñera está extremadamente lejos de sus antepasados derechistas que tampoco lo hicieron bien gobernando. Primo político de Alessandri, primo cercano Eduardo  Frei, devoto de Agustín Edwards, pariente de Rockfeller, soñando con uno parecido al Chase Manhattan Bank si hasta tiene fotos en su escritorio. No lo quieren en la SOFOFA. Poco creativo. Se viste ideológicamente hasta con ropa prestada. Grita a los cuatro vientos que su camino no es ideológico, vaya uno a entender que significa aquello. No ha escrito nada, no sale en Artes y Letras, tampoco está en ediciones Cuneta, de haber intentado algún borrón, una rayita que fuera, sería miembro de la SECH, pero nada tampoco. Penca.

A los sectores finos y encopetados, esos pequeños acomodados, en nada le interesan los chilenos del país profundo, ese del salario chiquito y estrecho, que no llega a fin de mes. Es más fuerte una foto y una portada inaugurando un hospital imaginario, con máquinas imaginarias, para enfermos imaginarios. Le gusta la parafernalia y hablar en primera persona.

Se dice que no se confiesa, no cuenta pecados en el confesionario, allí sólo cuenta la plata/dinero de todos los colores. Le importa un ajo su país, este pedazo de tierra por el que muchos han dado la vida muchos, para que quede más o menos ubicado en la loca geografía y algo mejor. Piñera se lamenta que Chile no esté al lado de Alemania y cerca de Austria.

Pero tan tan antipatriota no lo es, tiene sus humos al norte económico, sus predilectos, él para ellos es como un libro abierto, digamos hojas y hojas de peticiones de grupos económicos, no es tanto de los banqueros, el asunto Banco de Talca lo dejó marcando ocupado tanto como la radio Kioto. Piñera también en esos años practicaba la propaganda/magianegra/espionaje, polifacético el hombre.

Le gustan los paraísos fiscales, esos donde su dinero no paga impuestos y es tratado como un poderoso caballero. Nadie conoce los nombres de los presidentes de los paraísos fiscales, si hacen elecciones para elegirlos o sencillamente se quedan en las primarias. Tampoco el nombre de sus monedas o si tienen ministros. San Marino si tiene equipo de futbol, aunque nunca le ha ganado a nadie, por lo menos se sabe que juegan futbol, así lo reconoce la Fifa.

De su hermano, el inventor de las AFP, hay millones que esperan verlo balanceándose en la plaza pública…. se necesita una Plaza Loreto con urgencia.

 

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