El 21 de marzo de 2015 era la primera vez que Paulina Estay Barrera salía a marchar. En Valparaíso, con sus compañeros de técnico de asistente de educación preferencial, sacaba fotos junto a su pololo mientras recorrían las calles del puerto junto a otros cientos de estudiantes.
De pronto fue azotada por una luma policial. Producto del golpe, Paulina cayó al suelo golpeándose la nuca con la solera. Le pudo costar mucho más caro el accidente. Tuvo lesiones leves producto del golpe y el empujón que otro efectivo de Fuerzas Especiales le propinó con un escudo.
En ese entonces, dos miembros de la policía uniformada fueron procesados y sobreseídos por la justicia militar.
Desde ese momento, dos años casi, la competencia de la investigación ha estado en disputa entre la justicia civil y la militar. Solo este jueves, la Corte Suprema decidió entregársela a los tribunales penales, de modo tal, que los quienes resulten imputados tendrán que ser juzgados sin los privilegios castrenses.
Así, y en fallo unánime, la sala integrada por los ministros Milton Juica, Carlos Künsemüller, Haroldo Brito, Lamberto Cisternas y Jorge Dahm, determinó que el Juzgado de Garantía de Valparaíso y no el Segundo Juzgado Militar de Santiago, es competente para investigar la causa por las lesiones menos graves que sufrió la joven.