Este fin de semana nuevamente los vecinos de Til Til se manifestaron en el kilómetro 38 de la Ruta 5 Norte contra la construcción de una Planta de Residuos tóxicos que fue aprobada en diciembre del año pasado de forma unánime por la Comisión de Evaluación Ambiental de la Región Metropolitana.
Durante la manifestación del pasado jueves fueron detenidos varios vecinos del sector, mientras que este domingo Carabineros detuvo al alcalde Nelson Orellana y al concejal del Partido Comunista Elvio Santana.
Alejandro Rojas, representante de la Corporación de Desarrollo Coherente en Til Til, explica que la comunidad le está exigiendo a la Intendencia que la planta a cargo de la empresa Ciclo Chile S.A. sea ubicada en otro lugar por la carga negativa de vertederos que existe en la comuna.
Para Rojas, la única forma de revocar la aprobación del Centro Integral de Residuos Industriales (CIGRI) es presionar al Consejo de Ministros para que rechace su construcción. Junta que revisará en mayo el destino del proyecto.
El representante de la Corporación de Desarrollo Coherente indicó: “nosotros esperamos que en esa instancia el proyecto sea rechazado. Por parte de la alcaldía se han mandado cartas a los ministros y a la presidenta, pero todo ha sido denegado, no hemos conseguido respuesta. Lo único que nos queda ahora es protestar en las calles, ya no tenemos más opción”.
El CIGRI estará ubicado a tres kilómetros de la localidad de Rungue, será construido en 43 hectáreas, almacenará desechos tóxicos como baterías e hidrocarburos y, según estimaciones, recibirá el 75 por ciento de los residuos peligrosos de la Región Metropolitana.
Si bien esta planta estará operativa por 30 años, los productos químicos quedarán en el lugar para siempre. Rojas agrega que se pronostica que la planta contenga la basura de 45 camiones diarios, lo cual afectará a las 17 mil personas que viven en la zona.
Actualmente Til Til es considerada como una zona de sacrificio por quienes viven en el lugar, ya que se encuentra rodeada de vertederos, tiene dos relaves mineros, industrias contaminantes de diversos sectores y una planta de cerdos.
La razón de que esta comuna tenga un alto índice de contaminantes se debe a que el Plan Regulador Metropolitano, que fija las normas sobre el uso de suelos, no se ha modificado en 20 años. Esta normativa permite que los desechos sean depositados solo en algunas comunas de la Región, como Lampa o Til Til, las que décadas atrás no tenían tantos habitantes.
Daños neurológicos y reproductivos
Andrei Tchernitchin, presidente del departamento de medio ambiente del Colegio Médico, advierte que el hecho que sean residuos industriales aumenta los problemas que pudiesen existir para la salud. “Hay un riesgo de que se produzcan derrames de estos desechos, ya ha pasado antes. Si eso ocurre se contaminan las napas y puede haber emisiones de gas. En Chillán viejo, por ejemplo, hubo un incidente en una planta de estas características que infectó los suelos con alto contenido de arsénico y las aguas con manganeso y hierro. Esto es de extrema gravedad”.
El médico explica que los metales pesados provocan daños neurológicos como deterioro intelectual, mala memoria o daños neuroconductuales. Si la dosis es alta, se puede incluso producir demencia.
Según Tchernitchin, “lo más grave es cuando hay una exposición prenatal, porque una concentración baja deja consecuencias para toda la vida. En este caso, los perjuicios no solamente se dan en el ámbito neurológico, sino en otros órganos y sistemas. Respecto a los primeros está comprobado un grave deterioro de la capacidad intelectual, cambios en la personalidad y agresividad. Por otro lado, se provocan daños en la reproducción, infertilidad y aumento de abortos espontáneos”.
Específicamente, la exposición a arsénico en los primeros meses de gestación, ya sea durante un mes o un par de semanas, aumenta la mortalidad por bronquiectasia en los hijos cuando llegan a los 30 o 49 años edad. Si el nivel es alto, podría incrementar hasta 46 veces.
En este sentido, el médico experto en medio ambiente agrega que una planta de desechos industriales no debería estar en la cabecera de un valle, pues cualquier derrame esparciría los productos al estero de Til Til, contaminando la zona hasta la desembocadura del Mapocho.