Contaminación de agua en Ñancul obliga a los vecinos solicitar emergencia sanitaria

Las familias de Ñancul junto a un parlamentario por la Región de La Araucanía solicitaron que el Ministerio de Salud declare alerta sanitaria en esta localidad, ubicada en Panguipulli, por contaminación de las aguas con fierro y manganeso. Por más de dos años los vecinos de la localidad de Ñancul, ubicada en la comuna de Panguipulli, en la Araucanía, se han visto afectados por la turbiedad del agua potable que abastece sus hogares. En los colegios de la zona también se dio la orden de que ningún estudiante bebiera de esta agua.

Las familias de Ñancul junto a un parlamentario por la Región de La Araucanía solicitaron que el Ministerio de Salud declare alerta sanitaria en esta localidad, ubicada en Panguipulli, por contaminación de las aguas con fierro y manganeso. Por más de dos años los vecinos de la localidad de Ñancul, ubicada en la comuna de Panguipulli, en la Araucanía, se han visto afectados por la turbiedad del agua potable que abastece sus hogares. En los colegios de la zona también se dio la orden de que ningún estudiante bebiera de esta agua.

Los vecinos de Ñancul han realizado varias denuncias al municipio mostrando una imagen que evidencia la contaminación: un vaso con agua cristalina obtenida de un pozo de otra comuna y el agua de un color amarillo intenso y hasta rojizo que ellos reciben por sus llaves y grifos.

Las autoridades sanitarias han explicado que el Comité de Agua Potable Rural (APR) ha funcionado por más de 30 años y estos niveles de turbiedad responderían a una falta de limpieza. Sin embargo, hace algunos meses el presidente del Comité, Alfredo Astete, ordenó un drenaje y el agua no varió su condición.

Marcelo Bermedo, presidente de la Unión de Organizaciones Lacustres y vecino de la zona, explicó que luego de la erupción del volcán Villarica en 2015, se elevaron los niveles de fierro y manganeso, lo que se acentuó en enero pasado por el deficiente sistema de filtración de las aguas.

A esto se suman los desechos de las pisciculturas, las madereras y forestales que arrojan herbicidas, que llegan al punto de captación del río y que luego fluye hacia los hogares de los vecinos de Ñancul.

Bermedo indicó que a la Dirección de Obras Hidráulicas (DOH) le corresponde capacitar a los presidentes del Comité de Agua Potable Rural, sin embargo no tienen atribución de fiscalizar. Entonces, pasaron meses sin saber qué organismo podía solucionar la situación porque el  Servicio de Salud Araucanía Sur tampoco ha dado una respuesta oportuna.

Con todo esto, Marcelo Bermedo aseguró que estarían las condiciones necesarias para decretar una alerta sanitaria. Sin embargo, el seremi de Salud, Carlos González, dijo que era una facultad de la ministra de Salud, Carmen Castillo, y que, en su opinión, el agua todavía estaría en niveles tolerables.

“Uno de los factores que gatilla esto es que existe un solo afluente de captación de agua y se debería tener un pozo más profundo en otro lado para tener una alternativa si esta agua viene con cenizas u otros niveles tóxicos para el uso doméstico. Además, el sistema de limpieza de la APR es muy extenso entonces se repleta de bacterias que enturbian aún más el agua”, explicó.

Por el momento, se están abasteciendo con estanques a los sectores más afectados, según informó el representante de los vecinos.

Querella por violencia contra manifestantes

Las manifestaciones están visibilizando y exigiendo una solución ante esta falta de servicios básicos.

Según denuncian los vecinos, en medio de una protesta realizada en marzo pasado, una mujer de 58 años, Isolina Araneda, recibió cuatro impactos de proyectiles por parte de Carabineros, que afectó a uno de sus ojos provocándole la pérdida de su visión.

El abogado del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) en la Araucanía Marco Rabanal, indicó que este martes presentaron una querella criminal contra el responsable de este hecho porque se trataba de una manifestación familiar donde incluso la mujer estaba acompañada por sus hijos y nietos.

“Estaban protestando por el problema de contaminación de agua que tienen, es decir, estaban ejerciendo otro derecho que tienen. En ese contexto, concurre Carabineros y señala que efectuará el despeje de las vías en 30 minutos. Sin embargo, antes de que trascurriera este tiempo, en cinco minutos, comienzan los funcionarios a disparar con armas antidisturbios”, detalló el profesional.

En tanto, el diputado de la Democracia Cristiana, Fuad Chaín, dijo que no hay nada que justifique la falta de respuesta de los organismos sanitarios.

“No hay que tenerle miedo a las herramientas que le franquea la ley a la autoridad, y la declaración de emergencia”, lo que permitiría activar soluciones a corto y mediano plazo, según señaló el parlamentario.

Además, Fuad Chaín comentó que le parecía “increíble que cuando se corta el agua por un par de horas en Santiago inmediatamente haya una reacción y se declara de una vez alerta sanitaria, pero aquí personas que llevan meses con agua contaminada no pueden tener la misma solución”.

De acuerdo a la información que entregó el Comité de Agua Potable del sector de Ñancul, la Gobernación se comprometió a entregar cerca de 15 mil litros de agua para los vecinos afectados. Sin embargo, esto sería insuficiente considerando que, según ellos mismos han registrado, consumen cerca de 150 mil litros al día por las 600 familias afectadas.





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