Este martes, la Corte Suprema de Brasil confirmó la autorización concedida para que la Policía Federal investigue a Michel Temer por las sospechas de corrupción que pesan en su contra.

No se acordaron plazos, sí se dejó en claro que el hoy mandatario carioca no está obligado a concurrir al tribunal. El cuestionario puede ser enviado por escrito y respondido en un plazo máximo de 24 horas por Temer.

Al político se lo acusa de haber incurrido en los delitos de corrupción pasiva, obstrucción a la justicia y asociación ilícita, sospechas que se agrandaron luego que se revelara un audio en el que Joesley Batista, dueño de la empresa JBS, relata maniobras ilegales en favor de su empresa en las que intervenían el Poder Judicial como con algunos ministros, frente al silencio de Temer, que por momentos hasta llega a consentir con lo que escucha.

El empresario y otros directivos de la firma también acusan a Temer de haber sido sobornado (por ellos mismos) en 2010.

Michel Temer niega los hechos, también se resiste a renunciar.

En medio de las investigaciones, miles han sido los brasileños que en las calles han exigido la renuncia del presidente que llegó al poder luego de la obligada renuncia de Dilma Rousseff.