En el marco de la cuenta pública de este año, la Presidenta Michelle Bachelet fue clara respecto de los plazos límites para aprobar el proyecto que crea el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio: “Sé que este proyecto se concretará durante este Gobierno”, manifestó entonces la Mandataria, emplazando a los parlamentarios presentes en la ceremonia.
Y justamente, tal como si fuese una respuesta a ese llamado de atención, la iniciativa, que ingresó al Parlamento como una indicación sustitutiva en diciembre de 2015, ha avanzado rápidamente al interior del Congreso durante los últimos meses.
A principios de junio, por ejemplo, por unanimidad y luego de seis meses de discusión, la Comisión Educación y Cultura del Senado, presidida por Ignacio Walker, e integrada en esta ocasión por Víctor Pérez, Jaime Quintana y Alfonso de Urresti, aprobó el proyecto. Asimismo, en julio y luego de dos sesiones de revisión en la Comisión de Hacienda del Senado, la iniciativa fue admitida.
Con ello, sólo resta que el designio sea ratificado por la Cámara Baja. En tanto, una vez aprobado, debe ser visado por la totalidad de los legisladores de la Cámara Alta para ingresar a tercer trámite y ser ratificado por los diputados en Sala. De esta manera, el proyecto quedará listo para convertiste en Ley.
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Sin embargo, más allá de los avances del proyecto, desde las organizaciones ligadas a la cultura continúan disconformes con el cuerpo del proyecto, el que según señalan, mantiene una estructura que no responde a las necesidades de los trabajadores del área.
“No están incluidas ninguna de nuestras demandas, sobre todo en términos de robustecimiento del servicio y de resguardo. Vemos que no se fortalece el servicio. Aquí hay un apuro por crear luego el Ministerio. No hay un estudio de la dotación necesaria para hacerse cargo de un nuevo servicio del patrimonio, porque hay un montón de plantas que se crean“, señaló Óscar Peñafiel, presidente de la Asociación Nacional de Trabajadores del Patrimonio (Anatrap).
El sábado recién pasado en una Carta al director a La Tercera, el Ministro Presidente del CNCA, Ernesto Ottone, agradeció a los senadores “haber dado luz verde” a la iniciativa: “Desde que este proyecto comenzó su camino en el Congreso hemos visto una voluntad transversal por apoyarlo; esto es, crear por primera vez en Chile un Ministerio que diseñe y gestione eficientemente las políticas de Estado que competen a las artes, las culturas y el patrimonio, procurando la coordinación entre las instituciones que se ocupan de estas materias (…). Este proyecto es la culminación de un trabajo colectivo de larga data, evolución de un proceso histórico y dinámico. La ciudadanía cultural, los creadores, artistas, cultores y trabajadores de las culturas y el patrimonio, han sido y serán parte de esta nueva institución (…)“, escribió Ottone.
Luego de esta declaración, de inmediato los trabajadores y trabajadoras de la Dibam se apresuraron en declarar a través de sus redes sociales que con este proyecto, la Dibam dejará de existir.
En este sentido, Manon Herrera, presidenta de la Asociación de Trabajadores del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes (Anfucultura), indicó que “hay un porcentaje importante de trabajadores que quería ser subsecretaría y no servicio“.
“Ese es el fondo de la discusión. Ahora ese es un diseño que vamos a ver cómo se va a implementar en la región, porque ahí va a impactar fuertemente, en las direcciones regionales. Ahora, creo que hay voluntad de todas las partes para aprobar el proyecto rápidamente”.
El proyecto agrupará a los tres servicios existentes: el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, el Consejo de Monumentos Nacionales y la Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos (Dibam). Asimismo, plantea un organigrama en el que se crean diferentes subsecretarías, entre ellas, la de Cultura y las Artes, la del Patrimonio y las regionales ministeriales.
La sede principal de la nueva entidad, en tanto, estará en Valparaíso.