Este martes cumplió 93 días la toma que mantienen diversas organizaciones de ex presos políticos en la sede central del Instituto Nacional de Derechos Humanos, quienes reclaman por mejores pensiones, un bono de reparación y el levantamiento del secreto de la Comisión Valech.

Los avances han sido prácticamente nulos y la molestia ahora incluso apunta hacia el Instituto, por el poco protagonismo que han tomado durante la manifestación. Entre los ex presos políticos está la sensación de que no son tomados en cuenta, puesto que de parte de las autoridades y los medios de comunicación sólo reciben noticias relativas a los victimarios, como los presos en Punta Peuco y sus condiciones de salud.

Acusan, por ejemplo, que el director del organismo, Branislav Marenic, no ha puesto el tema en debate las veces que ha asistido a algún programa de televisión.

Por lo mismo los manifestantes siguen trabajando. El lunes sostuvieron una reunión con las autoridades del Instituto y según contaron a nuestro medio los ex presos, el interés del órgano estatal era saber cuándo harían entrega de la sede.

La respuesta de los manifestantes no demuestra apuro ni desgaste. Ellos se proyectan a marzo de 2018 en el caso de que Sebastián Piñera sea el próximo presidente, puesto que el mensaje va dirigido de manera transversal políticamente.

En esta apelación a los partidos y movimientos, han encontrado respaldo en el Frente Amplio. Este viernes realizarán un punto de prensa en compañía de Pamela Jiles y Tomás Hirsch, ambos del Partido Humanista, ocasión en que esperan visibilizar la movilización que llevan a cabo.

El vocero de la agrupación de ex presos ‘Salvador Allende’, Braulio González, señaló a nuestro medio un balance de la manifestación de tres meses hasta el momento:

“El balance es que hemos resistido y hemos tenido solidaridad de mucha gente. Creemos que nos acercamos al final, porque hay muchos actores que se han acercado. Vamos a hacer una conferencia de prensa luego, creemos que es la llave para resolver el tema, que le explote en la cara el tema al gobierno, porque lo han guardado con mucho celo. Creo que no van a poder estar tranquilos los candidatos en la calle, porque va a estar nuestra gente funándolos donde vayan”, indicó.

En la reunión con autoridades del Instituto, los ex presos políticos tuvieron la oportunidad de plantear su molestia directamente a Branislav Marenic. El dirigente de los ex presos señaló que la intención era mostrarle una comparativa con organizaciones que trabajaron por los Derechos Humanos durante la dictadura:

“Nos citó el consejo de Derechos Humanos, vinieron consejeros de todo Chile. Les dimos a conocer el tema y que no habían asumido su misión de estar al lado de las víctimas. Les dejamos la tarea de que se acerquen, que hagan lo suyo. Esperamos mucho más del Instituto de Derechos Humanos y les recalcamos que en dictadura la Vicaría de la Solidaridad, siendo un órgano de hecho y no de derecho, se atrevió mucho más que este organismo”, manifestó.

Tras ser contactados por nuestro medio, desde el Instituto Nacional de Derechos Humanos no quisieron pronunciarse respecto de la toma.