El movimiento independentista catalán ha mostrado una vez más su fuerza. Unas 750 mil personas, según datos de la policía local, colmaron a lo largo de tres kilómetros una de las principales avenidas de Barcelona para exigir que el gobierno de Madrid libere a los dirigentes independentistas. Convocada el mismo día que la Audiencia Nacional española decretó la prisión incondicional sin fianza para los consejeros detenidos, los manifestantes desfilaron coreando el lema: “Libertad presos políticos; Somos República”.

El gobierno español mantiene en prisión preventiva a 8 ex miembros del Govern. La presidenta del Parlamento de Cataluña, Carme Forcadell, se encuentra en libertad condicional, cinco más, incluido el expresidente del gobierno, Carles Puidgemont, están bajo tutela de la justicia belga, y otros cinco miembros de la Mesa del Parlament en libertad bajo fianza. Todos están acusados de  los cargos de conspiración, sedición y malversación. A esa lista hay que añadir a los dos líderes de las organizaciones Asamblea Nacional Catalana (ANC) y Omnium Cultural, arrestados el pasado 16 de octubre.

Encabezada por familiares de los independentistas detenidos, la manifestación escuchó el mensaje que por vídeo envío Puidgemont en el que afirmó “No hay barrotes ni exilios que nos puedan disuadir”. La concentración sirvió para unificar, así sea de manera provisional, al campo independentista, que no ha logrado ponerse de acuerdo para presentar un lista única en vistas a las elecciones regionales del 21 de diciembre.

El presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, deberá visitar hoy Barcelona para apoyar a los candidatos de su formación política, El Partido Popular (PP) de derecha. Será la primera vez que Rajoy viaja a Barcelona desde que el gobierno de Madrid decidió destituir al gobierno catalán como consecuencia del referéndum independentista de octubre,  y poner esa región bajo tutela.