La flamante está sentada en una banca en San Juan de la Costa. Las comunidades la invitaron a una ceremonia y a esta hora, pasadas las una de la tarde, contesta el teléfono y dice que puede responder las preguntas ahora mismo. “Justo estoy acá descansando luego de tomar un café”, bromea.

El pasado domingo Emilia Nuyado salió electa diputada por el distrito 25°, en la Región de los Lagos. Obtuvo una cifra levemente superior a los ocho mil votos y terminó siendo arrastrada por Fidel Espinoza, presidente de la Cámara de Diputados y militante del Partido Socialista. Esta última colectividad le facilitó un cupo a Nuyado y por eso se transformó en la primera congresista del pueblo huilliche.

“Fue un desafío complejo para un distrito nuevo con doce comunas. Estoy conforme con lo que hicimos. Dispusimos de pocos recursos y esto fue gracias al grupo de voluntarios que apoyaron esta candidatura. El PS me permitió ser parte del proceso, pero las comunidades fueron las que nos dieron el sustento, sumado a un grupo importante de no mapuches chilenos, que creen que nosotros debemos tener voz en el Parlamento y sueñan con vivir en un territorio libre de contaminación”, dice.

La llamada se ve interrumpida por voces que se cruzan alrededor de Emilia Nuyado. El tono de la diputada recién electa se pierde pero vuelve en el momento indicado, cuando precisa quiénes son aquellos que deben responder en el Wallmapu.

“No queremos que las trasnacionales se apropien de nuestros derechos de agua, no queremos solicitudes de experimentos mineros; creemos que el agua es un recurso humano que nos pertenece a todos y que hoy se concentra en manos de personas que ni siquiera viven en nuestro territorio”, enfatiza.

El ministerio y una nueva Constitución

En total, Emilia Nuyado tiene sobre el cuerpo casi diez años como consejera de la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena (Conadi). Resalta este antecedente al otro lado del teléfono, ya con menos ruido de fondo.

“En las políticas de Estado se ha dispuesto insuficiente presupuesto para los pueblos indígenas. La Conadi cada vez ha estado más debilitada por la escasez de recursos económicos y humanos. Yo espero que se pase a un futuro ministerio y espero que este sea uno que realmente tenga fondos”, dice, y se refiere en particular al Fondo de Tierras y Aguas y de desarrollo cultural.

El camino, según la flamante nueva congresista, tiene que ver con cambiar la Carta Fundamental que existe en Chile, ese documento que en 1980 fue aprobado mediante un plebiscito viciado.

“Debe diseñarse una nueva Constitución. Seguimos actuando de la manera como la que la deja instalada el dictador, con algunos maquillajes que no han servido de nada. La nueva se tiene que hacer a partir de la consulta a los pueblos indígenas, y tienen que estar representadas todas las fuerzas representadas todas las fuerzas en una nueva Constitución. Que sea discutible con los propios pueblos, porque se nos va a contabilizar de acuerdo al porcentaje que nos hemos identificado en los diversos censos, pero esa no es una realidad total del porcentaje que aparece”, declara.

Una última ley a la que pretende hacerle frente es la antiterrorista: “como mapuche considero que no se debe aplicar cuando se trate de demandas sociales de los pueblos indígenas, sobre todo reivindicatorias. Hay que revisar aquella situación. Y hay un tema que solucionar porque a veces uno empieza a hablar de la pura ley antiterrorista pero los temas de fondo no están resueltos para el pueblo mapuche, especialmente donde hay reivindicaciones de tierras, y eso está concentrado prioritariamente en la región de la Araucanía”.

Llegar al Congreso

El antecedente de la primera mujer huilliche que se instalará en la Cámara Baja podría significar para Emilia Nuyado críticas por parte de algunas personas que integran el pueblo mapuche. En particular, aquellos que de manera legítima no creen en esta vía para conseguir logros.

Consultada al respecto, Nuyado defiende la alternativa y apela a la creación de una ley de cuotas que asegure el espacio indígena en el Poder Legislativo.

“Todos estamos sujetos a críticas. Eso lo hace un grupo minoritario que lo ha cuestionado, pero mayoritariamente el pueblo mapuche-huilliche sabe claramente que es la instancia en la que nosotros podemos abrir el camino para que el día de mañana sean los propios pueblos indígenas los que definan quiénes van a ser sus representantes. Esos escaños debieran estar reservados y garantizados en el parlamento chileno, respetar a las primeras naciones existentes previo a la creación de la Constitución del Estado chileno, y eso hoy día no ha sucedido”, termina.