El director de la División de Desarrollo Económico de la CEPAL, conversó con nuestro medio acerca de las futuras acciones que debiera realizar el nuevo representante del poder Ejecutivo para reducir la brecha que caracteriza al país.

Según informes de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), Chile se encuentra entre uno de los países más desiguales de la región. Por tanto, elemento fundamental de lo que propone el personero es aplicar políticas públicas dirigidas a enfrentar el problema, entre ellas, un gasto fiscal que vaya en dicha dirección, como parte de las tareas de un nuevo Gobierno con el fin de alcanzar un desarrollo sostenido.

Economistas de diferentes tendencias discuten sobre una expansión del gasto público o una contención de este para revitalizar la economía. ¿Cuál es la postura de la Cepal en este aspecto?

Existen dos temas fundamentales. Uno es priorizar a los que más pagan, a quienes benefician a la estructura productiva y por otro lado, el gasto para beneficiar la igualdad, la equidad que debe estar vinculada a los bienes públicos, al acceso de lo que nosotros llamamos derechos sociales como son la salud, educación y pensiones. Se debe gastar en estos temas, incorporarlos más expresamente, pero sin perder el foco en la responsabilidad, es decir, sin dejar de lado la relevancia de la regla fiscal que ha imperado en el país.

Sobre el gasto en jubilaciones, destaca el pronunciamiento del organismo para que una eventual reforma previsional tenga un componente solidario. ¿Cuál es su opinión al respecto?

En toda América Latina se vive un proceso de transición, desde un sistema de capitalización individual a uno de mayor solidaridad, que puede ser de diferente tipo, modalidad, un sistema mixto u otros de similar tipo, donde exista un mayor aporte en beneficio de los que menos ganan, es una tendencia importante en la región, ya que se analizó que los costos de un régimen de capitalización individual fueron mucho más altos de los esperados, entonces no se sí llamarle reforma, pero creo que es un tema que debe ser incorporado.

En 2018 entrará a jugar un papel vital la nueva reforma tributaria, algunos economistas hablan de profundizarla antes de que se vean los resultados. ¿A su juicio ayudará a resolver el problema de la desigualdad impositiva? ¿El Estado recaudará más con la nueva normativa?

Chile acaba de hacer una reforma tributaria, sin duda será un buen mecanismo para que el fisco recoja mayores recursos, a mi juicio se deben esperar los resultados antes de proponer modificaciones, pero este país tiene mucho que avanzar, al igual que otras naciones en América Latina y el Caribe, especialmente para enfrentar el tema de la elusión y la evasión, que es otra gran fuente de ingresos, entonces la discusión entre la dinámica y trayectoria del gasto debe considerar la capacidad que tenga el país de generar mayores ingresos, no necesariamente con nuevas reformas, sino que también poniendo foco en la evasión y elusión, mejorando la gestión de las administraciones tributarias, pero también a través de la cooperación internacional, la transparencia, para evitar el tema de los paraísos fiscales y en función de esa perspectiva ir definiendo las mecánicas de gasto, pero apuntalada en lo productivo y los bienes públicos globales.

Según el último informe “Balance preliminar de las Economías de América Latina y el Caribe”, en el caso de Chile se recomienda expandir el gasto de acuerdo al crecimiento económico, pero expertos en la materia han manifestado su preocupación por la deuda pública que con esto podría aumentar considerablemente. ¿Qué opinión tiene acerca de esta discusión, se está exagerando?

Sí, nosotros hemos dicho que en conjunto con una expansión del gasto, especialmente en derechos sociales que ayudarían a acortar la brecha en desigualdad, no se debe perder de vista la deuda pública que mantiene el fisco. Chile en comparación con los demás países de la región, tiene una menor deuda, una deuda pública muy racional y si miramos la deuda neta esta es aún más baja, por lo tanto yo creo que Chile en comparación con países desarrollados y economía emergentes, tiene un nivel de deuda más que razonable, eso no quiere decir que se debe estar pendiente siempre de este aspecto a futuro. Hay que aprovechar las bajas tasas de interés para estimular el crecimiento y de esa forma ir adecuando el ratio deuda pública y eso es lo que debería estar hoy en la mesa de discusión.

¿Entonces se requiere de políticas públicas activas para sostener el ciclo que se abre con el repunte del crecimiento para el próximo año?

Así es, dentro de las recomendaciones que hace la CEPAL está el priorizar el gasto público con mayor impacto sobre crecimiento, por el contrario evitar fuertes ajustes. Invertir en infraestructura, protección social, salud y educación va en el horizonte adecuado, pero también mejorar los mecanismos de gestión y rendición de cuentas, fortalecer las asociaciones público –privadas, incentivos fiscales para políticas industriales, con el fin de revitalizar la inversión de este sector de la economía.

El Gobierno saliente sorprendió con el anuncio de un gasto público que crecerá 3,9% en 2018, por sobre el 3% esperado, cumpliendo eventualmente con los objetivos de la regla fiscal chilena. De acuerdo a lo estipulado por el Ejecutivo, este aumento de los ingresos se deberá en gran medida al mejor desempeño de la economía, apostando a un aumento del PIB de 3%, un mejor precio del Cobre y a una reforma tributaria que según Hacienda permitirá una mayor recaudación durante el 2018.