En conversación con Radio y Diario Universidad de Chile, el diputado de la DC Víctor Torres se refirió a la actualidad de su partido, específicamente después de las elecciones presidenciales y parlamentarias que dejaron en evidencia la profunda crisis que atraviesa la colectividad.
En este sentido, Torres aseguró que en realidad hace más de un año que la Falange está viviendo “uno de sus peores procesos, tanto desde el punto de vista electoral como también político interno”, planteamiento que desde el sector conocido como la disidencia que integra el diputado, han venido realizando.
El parlamentario apuntó sus dardos hacia el movimiento llamado Progresismo con Progreso, que integran entre otros militantes de la DC, la ex ministra de Educación Mariana Aylwin, grupo que, desde su punto de vista, ha bregado para que la Falange se acerque de manera definitiva a la centroderecha.
“Esta creación de un sector dentro del partido buscaba dar rumbo a la Democracia Cristiana con un giro hacia la derecha. Incluso, en algunos casos, sospechábamos que ese afán de llevar candidatura única con lista propia, incluso en desmedro del propio partido, iba a facilitar la posibilidad de que volviera Sebastián Piñera al gobierno. Y a la luz de las declaraciones de algunos de sus integrantes en las últimas horas, como Mariana Aylwin, queda claro que ése era el objetivo político”.
“Ella lo que quiere es seguir siendo demócratacristiana y estar en Chile Vamos, por lo tanto, lo que ella está definiendo es lo que hemos denunciado hace por lo menos un año: quiere llevar a la Democracia Cristiana hacia la derecha y después de que se desdijo muchas veces cuando se lo planteamos, lo volvió a decir y entre una y otra entrevista lo deja ver con mucha claridad. Creo que por primera vez, en definitiva, devela cuál es su real intención, que a mi juicio está profundamente equivocada”, agregó.
Víctor Torres reconoció que los militantes de la DC que conforman el movimiento Progresismo con Progreso son connotados, por lo mismo el impacto que generan sus periódicas declaraciones. No obstante, lo más grave a su juicio, es que ellos tienen claro el peso de sus palabras: “Creo que hoy ya hemos llegado a un punto en que se traspasa lo tolerable y todos los límites de convivencia interna”, expresó el diputado.
“El punto es que se transformaron en espacio de poder fáctico dentro del partido, que opera por fuera de las estructuras formales, a través de los medios de comunicación y que se ha dedicado a resguardar intereses particulares en vez de levantar opinión respecto de lo que significaría el bien común, tanto del partido como del país. Ésa es la gravedad de los hechos que han estado ocurriendo y es lo que hemos estado denunciando”.
Torres señala que el afán de algunos es empequeñecer al máximo el partido y transformarlo en una colectividad bisagra entre la derecha y la izquierda, tensionando el escenario interno para lograrlo, y apuntando a que los militantes que tienen una decidida inclinación hacia la centroizquierda abandonen la DC. “Pero se han encontrado con una férrea oposición a ello y lo van a seguir encontrando”, aseguró.
“Nosotros creemos que la Democracia Cristiana es un partido de vanguardia, un partido de centroizquierda que debe liderar, nuevamente, las transformaciones sociales en Chile y en la próxima elección interna, como también en la próxima Junta Nacional, vamos a dar cuenta de nuestra posición y vamos a seguir peleando internamente porque así sea”.
Para reforzar su punto de vista, el diputado recordó las reformas llevadas a cabo por el gobierno de Eduardo Frei Montalva, las que estaban muy lejos de ser centroderecha o propias de un ‘partido bisagra’, como algunos han planteado, señaló.
Finalmente, Víctor Torres planteó que el principal desafío tanto para la DC como para el resto de la centroizquierda en Chile es poder convocar a la gran masa electoral que no fue a votar en las últimas elecciones, sin desconocer la dificultad que enfrentan las colectividades que se han “jibarizado” en los últimos tiempos.