Los mecanismos para hacer frente a la meningitis fue el tema de conversación en el programa Semáforo de Radio y Diario Universidad de Chile junto a Roberto Debbag, pediatra argentino e infectólogo de la Universidad de Buenos Aires.
El experto, que estuvo de paso por Chile, comenzó diciendo que esta patología infecciosa afecta a las personas de todas las edades, se aloja en la garganta, es una afección que recubre el cerebro y deja a tres o cuatro de cada diez pacientes con trastornos.
La preocupación es el aumento que se ha producido en los casos detectados en Latinoamérica y la propagación de un meningococo de categoría W, a partir de 2012, uno mucho más grave que los otros ya más conocidos y que comenzó en Argentina, el sur de Brasil y que pasó la frontera hacia Chile.
“Produce mayor gravedad que los otros meningococos, pero además produce una mayor mortalidad. Estos tres países tienen mucho más porcentaje de muertos por ese meningococo que por otras bacterias. Realmente fue grave”, comentó.
Lo que ocurrió en Chile, es que se empezó a vacunar a los niños a los nueves meses de nacidos, lo que produjo buenos resultados en cuanto a su protección; sin embargo, se comprobó que realizar este mismo proceso al año de vida redujo efectivamente la existencia de la enfermedad.
De todas formas, el doctor Debbag expresó que esta vacunación también es necesaria en las personas adolescentes, como se está haciendo en Argentina, puesto que este brote de meningitis W se aloja en las personas que fluctúan en estas edades, aunque no necesariamente manifiestan la enfermedad, sino que pueden tener la condición de portadores.
“Una dosis en los adolescentes les sería útil y eficaz, con una dosis uno reduce el riesgo tanto para los mayores como para los menores”, indicó.
Y el experto también tuvo palabras para los grupos ciudadanos que se organizan contra las vacunas, atribuyéndoles una relación directa con el autismo. Además de rechazar estas afirmaciones, declaró que es de suma importancia que las personas persistan con el proceso de vacunación no solo en meningitis, sino que en otro tipo de patologías.
“No debería dejar de vacunarse. Si las personas que están en contra de las vacunas no vacunan a sus hijos, esos hijos pueden tener la enfermedad pero también transmitírsela a la comunidad”, agregó.
Roberto Debbag puso como ejemplo a Venezuela, donde la crisis transversal ha impedido el acceso a vacunas. “En este momento ya hay reportes de más de 400 casos de difteria, con más de 40 niños muertos. ¿Cuántos años que no hay difteria en Chile? Décadas, porque se vacunan. Si yo vacuno no tengo enfermedad”, sentenció.