El lunes pasado la Presidenta de la República Michelle Bachelet regresó de Cuba en medio de diversos cuestionamientos a la que fuera su penúltima visita de Estado. Desde el gobierno afirmaron estar cumpliendo con un compromiso bilateral de llevar adelante una agenda de conversaciones y de cooperación”.
La propia vocera del Ejecutivo, Paula Narváez, comentó que estuvo “acompañada de los actores correspondientes para abordar distintos temas”. Además de las reuniones bilaterales entre los líderes de cada país, se consideró un intercambio en otras actividades como el seminario “Perspectivas del comercio e inversiones: Chile-Cuba”.
Uno de los integrantes de la delegación que visitó la mayor de las Antillas, fue el presidente de la Asociación de Exportadores y Manufacturas (ASEXMA), Roberto Fantuzzi, quien desde su cuenta de twitter escribió el lunes pasado: “Estaba equivocado con Cuba”.
La publicación fue rápidamente advertida por la prensa, sobre todo considerando de quien provenía, pues el empresario ha estado permanentemente asociado a la derecha chilena y Cuba, como se sabe, es punta de lanza de la izquierda más dura.
El dirigente gremial señaló a Radio y Diario Universidad de Chile que: “Nosotros los empresarios no tenemos que estar pidiendo carnet de partido político, a nosotros nos interesa que nos abran los espacios de demanda, y lo que piensen las personas es de su plena libertad. Ellos nos tienen que respetar a nosotros y nosotros a ellos”.
Por eso, el también ingeniero comercial, sacudió sus prejuicios ideológicos y comentó su experiencia en la Cuba socialista. Primero que todo, aclara, según lo que observó durante su visita, llegó a la conclusión que los chilenos estamos mal informados, pues se nos ha presentado constantemente un panorama de control extremo sobre los habitantes de la isla y que “allá son unos “come guaguas”.
“En Cuba el comercio esta floreciente, hay un Estado abasteciendo a este mundo del turismo (…).Estuve en un centro de investigación y realmente es impresionante como están atacando el problema del cáncer. Vi llena la Catedral, aquí uno va un día domingo y está vacía. Eso es lo que yo vi, mi experiencia, mi testimonio”, resaltó.
Sin embargo también dedujo que nuestro país ha aportado poco, sobre todo tomando en cuenta la explosión del turismo en la isla. Ante la pregunta de si acaso los empresarios chilenos llegaron tarde, no vacila en contestar: “por supuesto”.
“Alguien les está abasteciendo ese mar de turismo que está llegando. Alguien les entregó la cuchillería, alguien les entregó vasos para los hoteles, alguien les dio la comida, alguien les está entregando los autos“. En buen chileno “alguien nos comió la color anticipado”.
Aun así, Fantuzzi calificó como auspiciosa la visita, si bien aún no hay resultados concretos, cree que el viaje sirvió para el acercamiento de ambas partes mirando al trabajo conjunto que debe realizarse en un futuro.
“Las oportunidades están y yo creo que, de alguna manera, los empresarios chilenos hemos sabido aprovechar las puertas que se nos abren. Ojalá que en esta oportunidad sea exactamente lo mismo”, dijo.
Fantuzzi defiende la tan polémica visita a Cuba, y por supuesto, califica como acertada la decisión de la mandataria de realizar esta gira: “Creo que fue terriblemente injusta la crítica que se hizo a la presidenta de que iba solamente a pasear. Es imposible abrir espacios en otros países si uno no los visita. Hacerlo solamente vía internet, puede suceder alguna vez, pero son bastante limitadas las oportunidades”.
“Yo creo que la situación (con Cuba) es tremendamente constructiva. Ojalá seamos capaces de abrir nuestra mente y no encerrarnos solo en términos políticos”, concluyó.
Según datos de la Cancillería la inversión chilena en Cuba, durante el período 1990-2016, registró alrededor de 52 millones de dólares, siendo las principales exportaciones el jurel, leche en polvo, pavo, vino, carnes bovinas, mantequilla y envases plásticos.
Por su parte, Cuba anunció en octubre pasado que la cartera de inversiones en el país alcanza para este año un total de 10 mil 700 millones de dólares. Oportunidad que los empresarios locales no quieren desperdiciar.