Con la contraargumentación de Chile este miércoles, culminó la etapa de alegatos orales en la Corte Internacional de Justicia de La Haya, que enfrentó a nuestro país y Bolivia por la demanda de este último para negociar una salida al Océano Pacífico con soberanía.
Principalmente, la argumentación boliviana se sustentó en documentos y tratados posteriores a 1904 – como la correspondencia entre cancillerías en 1950 o el Acuerdo de Charaña en 1975- en que supuestamente Chile se ha comprometido a negociar la anhelada pretensión vecina.
Por su parte, nuestro país ha indicado que el Tratado de Paz y Amistad firmado por ambos países en 1904 fijó los límites entre Chile y Bolivia definitivamente. Además, sostiene que los documentos presentados por la contraparte no constituyen en ningún caso la obligación de negociar.
El presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, Evo Morales, declaró al término de la jornada que los compromisos asumidos por Chile constituyen un reconocimiento expreso de que existe un tema pendiente entre ambos países. Asimismo, recalcó que los alegatos demostraron al mundo la legitimidad de su demanda.
“Al margen de las expectativas sobre el fallo de la Corte, que esperamos con optimismo y fiel compromiso a su fiel cumplimiento, este litigio nos ha permitido dar a conocer al mundo que Bolivia nació con acceso directo al Océano Pacífico, que este nos fue despojado por una usurpación y que Chile se comprometió a resolver este problema pendiente”.
También se refirió a los compromisos incumplidos por Chile y que forman parte del Tratado de 1904. Al respecto mencionó que no se ha garantizado el libre derecho y libre tránsito de camiones bolivianos en los puertos chilenos, pues, por ejemplo, los días de paro portuario o aduanero afectan directamente a estos. El primer mandatario indígena del continente indicó que por cada camión afectado se pierden 2.500 dólares al día.
En la otra cara de la moneda, el presidente chileno, Sebastián Piñera, resaltó “la claridad y la firmeza de la defensa de la posición chilena, basada en hechos y la verdad histórica”.
El jefe de Estado desestimó los argumentos bolivianos por considerarlos “aspiracionales”. En ese sentido llamó al país vecino a no confundirse.
“Estamos ante una corte de derecho que debe fallar en derecho, y por eso Chile ha realizado un riguroso y exhaustivo examen de los hechos y del derecho, demostrando con meridiana claridad que la demanda boliviana se basa solo en argumentos aspiracionales, y a partir de ellos intenta construir una supuesta obligación de negociación por parte de Chile, que no existe ni tiene sustento jurídico alguno. Bolivia debe aprender a no confundir aspiraciones con derechos”.
El presidente también tuvo palabras para referirse a la Guerra del Pacífico, conflicto bélico en que Bolivia perdió su acceso soberano al mar. Al respecto el Mandatario dijo que Chile ganó en buena lid, “gracias al sacrificio y al heroísmo de los soldados y el pueblo chileno”.
Por su parte, el canciller chileno, Roberto Ampuero, declaró que nuestro país presentó un relato macizo y demoledor, basado en verdades y hechos históricos.
Sobre la demanda de Bolivia, el secretario de Estado se preguntó “¿qué es lo que Bolivia buscaba específicamente en esta Corte? Su inconsistencia es clara como el agua”.
Para el agente chileno en La Haya, Claudio Grossman, la presentación de nuestro país desarticuló los argumentos bolivianos. Además, tuvo palabra para agradecer su participación en esta instancia, “me siento honrado”, expresó.
El Senador y miembro de la delegación chilena en La Haya, Andrés Allamand, también tuvo palabras para referirse a los alegatos. Al respecto dijo que Chile cumplió sus dos objetivos: el jurídico, al demostrar el sin sentido de la demanda boliviana; y el político, al desvirtuar “la falsa historia que Bolivia argumentó”.
La fase de alegatos orales duraron un total de dos semanas, donde se dispusieron de tres jornadas por nación para que estas expusieran lo que estimaban pertinente para efectos del litigio. Se espera que el veredicto se conozca en aproximadamente seis meses.