Surgió para congregar a los partidos que se oponían a la dictadura, pero con el correr del tiempo, y según algunos militantes, se “disoció” de las necesidades de las personas. Con una bancada parlamentaria disminuida y un “débil recambio generacional”, el PPD está cerca de una elección directiva, cuya función será sacarlo de la agonía.
Según los datos entregados por el Servicio Electoral (SERVEL), el Partido Por la Democracia (PPD) fue una de las colectividades más golpeadas después de la segunda vuelta presidencial. De 15 diputados solo mantuvo ocho, de 685 mil sufragios bajó a 365 mil, sumado a las casi 300 desafiliaciones.
Existe también una división interna entre los candidatos. Sectores que apuestan por “izquierdizar” el PPD, como el ex diputado Marco Antonio Núñez, y un sector de corte más conservador que se resiste a esta posición, dentro del cual se encuentran Ricardo Lagos Weber y Felipe Harboe, quienes apoyan a la candidata Andrea González.
La propia militante de la Juventud del PPD y actual miembro de la directiva nacional, indicó que salir de la crisis significa dejar atrás los acuerdos entre cuatro paredes y la influencia de los personajes que han provocado el mal momento de la colectividad. Precisó que se debe trabajar con las bases, los colectivos comunales y regionales y luego salir a la ciudadanía con nuevas convicciones.
“Lo que nos pasó como partido, es que lamentablemente fue tomado por dos o tres personas, quienes estancaron al PPD, se acostumbraron a hacer las cosas de la misma forma de siempre, eso es lo que nosotros ya no queremos más, vamos a proceder desde las convicciones, que salga a flote con nuestras ideas, pero de frente, con las manos limpias, y eso es lo que nuestro partido ha perdido, y si seguimos por ese mismo camino, estamos condenados a la desaparición”, afirmó.
En tanto, el otro candidato a dirigir la colectividad, Marco Antonio Núñez, cree que el partido debe replantear su inserción en la base, reconstruir su propia orgánica, su discurso y su lugar en la centroizquierda. Una colectividad que, según él, está inserto dentro de una crisis global que actualmente vive la socialdemocracia en todo el mundo.
Para el ex diputado, quien se considera el ala más progresista de los postulantes a la presidencia del PPD, las alianzas entre sectores de la oposición afines, son claves para reencantar a la gente.
“Ser capaz de reparase desde el punto de vista discursivo, de liderazgos, la transparencia interna para la toma de decisiones, democratizarse, lo que constituye una paradoja para la colectividad, además de hacer un análisis sereno de las causas del por qué los partidos han cambiado tan poco y por otro lado se ha transformado tanto la sociedad chilena”, argumentó.
Al respecto, el tercer candidato a la presidencia del PPD, Heraldo Muñoz, ha dicho que pretende ser la alternativa para terminar con las prácticas antidemocráticas y dar la posibilidad de volver a creer, añadiendo que es partidario de levantar una transversalidad progresista, desde el Frente Amplio a la Democracia Cristiana.
Opinión que en cierto aspecto coincide con las propuestas de Marco Antonio Núñez. El ex canciller afirmó que incluso podría llegar a diputados de Renovación Nacional, quienes han mostrado apertura a legislar sobre la eutanasia.
Finalmente, el senador Guido Girardi ha manifestado que su candidato es Heraldo Muñoz, a pesar que tanto su lista como la de Núñez tienen integrantes del denominado “girardismo”.
Según algunos militantes esto deja en evidencia que existe un quiebre interno en ese sector, uno de los más influyentes del PPD. Las elecciones internas de la colectividad se desarrollarán el próximo 10 de junio, en caso de haber una segunda vuelta, las listas más votadas se volverán a someter a los sufragios, esta vez, una semana más tarde.