En declaraciones al diario Milenio, el exaviador Marco Aurelio Hernández afirmó que la empresa Global Air permitió el sobrevuelo de aviones sin radar en Venezuela y con fallas técnicas en Chile. El expiloto, que trabajó entre 2005 y 2013, indicó que denunció las anomalías cuando labora en esa empresa.

Hernández sostuvo que alguna vez se les habría prohibido volar en Chile debido a deficiencias de una aeronave. Le dijeron:

“(…) te regresas porque esta nave no va a volar en Chile. Levanté un acta por falta de mantenimiento y porque el avión ya había rendido lo que había rendido en el fuselaje”.

En 2013 realizó la denuncia ante la Secretaría de Comunicaciones y Transportes de México. Hernández apuntó además que el piloto del fatídico vuelo estrellado en La Habana, José Luis Núñez, era un profesional riguroso “y muy preparado”. El avión que pilotaba se estrelló cerca del medio día luego de despegar del aeropuerto de José Martí con 113 ocupantes. Trascendió que la aeronave fue fabricada en 1979 y pasó un control técnico de seguridad.

Una trabajadora de Global Air rechazó las declaraciones de Marco Aurelio Hernández y aclaró que nunca tuvieron percances. En tanto, una portavoz de la empresa dijo que “nos reservamos comentarios, lo que diga el señor Hernández es sólo responsabilidad suya”.

Por su parte, Aeronáutica Civil de México informó en un comunicado que se realizará una auditoría para “verificar que las condiciones actuales de operación sigan cumpliendo con la normatividad, así como recopilar información para coadyuvar con la investigación del lamentable accidente”.

Global Air operaba la aeronave a través de un “arrendamiento húmedo” con Cubana de Aviación. Es decir, un contrato en el que la aeronave es rentada con tripulación. Los dos pilotos, las tres sobrecargos y el técnico de mantenimiento del avión siniestrado eran mexicanos.

En tanto, de las 133 personas que abordaron el avión, 11 eran extranjeros, de los cuales seis tienen pasaporte mexicano (miembros de la tripulación), dos argentinos, dos hombres saharuis (uno con pasaporte español) y una mexicana.