La Selección colombiana revivió en el Mundial de Rusia luego de lo que había sido una dolorosa derrota con Japón en su debut. El combinado cafetero derrotó 3-0 a Polonia, el cabeza de serie del Grupo H, y lo eliminó de la competencia a falta de una jornada.
José Néstor Pékerman lo confirmaba un día antes del encuentro: James Rodríguez y Juan Fernando Quintero pueden jugar juntos. Y bienvenida esta dupla, que se alternó para generar fútbol durante la primera mitad y por la cual pasaron las acciones de riesgo del equipo.
Juan Cuadrado, a su vez, fue la opción más buscada por el sector derecho y con sus escaladas a base de velocidad y habilidad llevó peligro al área rival y se tornó un dolor de cabeza para los defensores europeos.
El primer gol del partido esperó hasta los 39 minutos y fue mediante una jugada preparada tras un corner, en la que Quintero tocó para James y éste utilizó su preciso pie zurdo para enviar un centro a la cabeza de Yerry Mina, quien cabeceó sin problemas en la puerta del área chica y desató el festejo colombiano.
El funcionamiento del elenco sudamericano no se vio afectado pese a la baja por lesión de Abel Aguilar a la media hora de juego, ya que su reemplazo, Mateus Uribe, estuvo a la altura.
La segunda mitad mostró a un conjunto polaco mucho más animado al ataque, pero sin ser amenazante. La presencia de Robert Lewandowski fue sólo eso, presencia, sin poder entrar en un circuito de juego que hiciera temblar la defensa rival.
Colombia aprovechó la ventaja para pararse de contragolpe y sacó rédito por duplicado. Primero, con una escapada de Radamel Falcao, quien no perdonó en el mano a mano al portero Wojciech Szczesny, y después mediante otra salida letal en la que Cuadrado, una de las figuras del encuentro por su gran participación, que liquidó la historia.
La Tricolor suma sus primeros tres puntos, sacá de la competencia a Polonia y se pone a uno de Senegal y Japón, los punteros de la zona. El duelo del próximo jueves será decisivo para sus aspiraciones de alcanzar los octavos de final. Por lo pronto, este domingo Colombia demostró estar vivo y mostró sus armas para dar batalla.