La Conferencia Episcopal (Cech) confirmó que el Papa Francisco aceptó dos nuevas renuncias en el obispado chileno. Uno de ellos, el jefe de la Iglesia de Rancagua, Alejandro Goic,  ha sido fuertemente cuestionado por supuesto encubrimiento de abusos sexuales.

El caso conocido como “La familia” salpicó directamente al sacerdote. En mayo de este año declaró ante la Unidad de Alta Complejidad del Ministerio Público en condición de testigo.

Se investigan los presuntos abusos sexuales de catorce religiosos de la diócesis (hoy suspendidos), hecho denunciado por una ex coordinadora pastoral de la zona, acusaciones que habrían sido omitidas por el también ex miembro del Consejo de Prevención de Abusos de Menores.

La Cech además informó que a la salida de Goic se suma Horacio Valenzuela, obispo de Talca.

Valenzuela es un conocido discípulo de Fernando Karadima, por lo que también enfrenta cuestionamientos por posible encubrimiento de los abusos sexuales cometidos por el ex párroco de El Bosque.

En la misma página web de la institución se anuncia que dos administradores apostólicos asumen los cargos vacantes. En el caso de Rancagua, Luis Fernando Ramos Pérez y en Talca, Galo Fernández Villaseca.