La jornada de este miércoles, la Comisión de Educación y Cultura del Senado inició el estudio, en primer trámite constitucional, del proyecto de ley enviado por el actual ejecutivo y que crea un nuevo sistema de financiamiento para estudiantes de la educación superior.
En concreto, la iniciativa propone reemplazar al Crédito con Aval del Estado (CAE) y al Fondo Solidario, por el Sistema de Financiamiento Solidario, que tendrá, dentro de sus más relevantes cambios, la exclusión de la banca en el sistema.
Con esto, se crea un sistema unificado de créditos estudiantiles administrado exclusivamente por el Estado. Tal crédito tendrá una tasa de interés del 2 por ciento, pagadero de 180 a 240 cuotas, y concretándose con el 10 por ciento del sueldo de los egresados.
Si bien el proyecto fue anunciado entre bombos y platillos, no ha estado exento de críticas y cuestionamientos. Entre quienes ven con escepticismo la iniciativa, se encuentra Víctor Orellana, experto en educación de la Fundación Nodo XXI.
Para el ex vocero en educación de Beatriz Sánchez, el proyecto del actual gobierno no corrige el problema de fondo del financiamiento de la educación superior, pues el déficit público y en diversas instituciones sigue siento una tónica.
“Siempre es bueno que el país se proponga sacar a los bancos, eso, hay que reconocerlo, venga de un gobierno de izquierda o de derecha, camina en la dirección correcta. El problema es que, al sacar a los bancos, sigue existiendo el déficit, y ahí es donde viene el problema de este proyecto ya que no lo resuelve, y peor, no solo no lo resuelve, sino que trata de ocultarlo y eso es lo más complicado, porque se trata de un proyecto que no resuelve el problema de fondo y que además es tramposo”.
Otro punto en que es criticado el proyecto de Sebastián Piñera, es que los actuales deudores del CAE no reciben ningún tipo de ayuda, si bien pueden optar por incorporarse al nuevo crédito, se mantienen mecanismos abusivos como la retención de impuestos por cuotas vencidas, además, se creará una entidad administradora que registrará públicamente a estudiantes morosos.
En ese sentido, Orellana dijo que la iniciativa arrastrará los históricos problemas del CAE.
“No se repara a los deudores, no hay una coma sobre cómo ayudar a los actuales deudores, siendo que fue una responsabilidad pública. El hecho de que se presente este proyecto es un reconocimiento de que fue una responsabilidad pública el haber metido a la banca en la educación superior y arrastrar todos los problemas que eso trajo”.
El experto en educación también criticó el hecho de que el gobierno opte por continuar financiando un sistema de educación superior, sin cuestionar su fisonomía.
“Este proyecto no dice nada sobre en qué se gasta la plata, porque tú tienes un déficit de financiamiento, pero también tienes que referirte al sistema que tú estás financiando. No se puede seguir financiando un sistema irracional, porque no tiene sentido. Los países occidentales qué es lo que hacen, piensan muy bien qué instituciones financian y el cómo lo hacen, sin embargo, el mecanismo nuestro para establecer eso, que es la acreditación, está completamente desbordado. La acreditación es justamente eso, un mecanismo de acreditación, no es una forma de conducir un sistema de educación superior”.
Si bien el proyecto del ejecutivo es mal evaluado, para Víctor Orellana no deja de ser un avance el hecho de excluir a los bancos del sistema de financiamiento. Para él, esto se logró por la presión de las fuerzas progresistas, aunque advirtió que queda mucho por hacer en esta materia.