Shoa, nueve horas de épica testimonial sobre el Holocausto, fue un trabajo que le tomó doce años a Claude Lanzmann, director de cine que murió este jueves a los 92 años de edad.
Nacido en Francia en 1925, el artista nacido en una familia de inmigrantes judíos de Europa del Este, se licenció en Literatura y Filosofía, trabajando como docente en la Universidad Libre de Berlín y como director en el Centro Cultural Francés.
Invitado en 1952 a ser parte de la revista Les Temps Modernes, que dirigía Jean-Paul Sartre, inició una relación amorosa con Simone de Beavoir, la que duraría hasta 1959.
En 1972 estrenó Por qué Israel, documental sobre la vida cotidiata de los recientemente instalados en los territorios que hoy siguen marcando el conflicto entre israelíes y palestinos. El trabajo fue el origen de Shoa.
Pasaron trece años hasta que su máxima pieza fuera estrenada. En 1985 vio la luz un documental cimentado con múltiples testimonios de víctimas, victimarios, supervivientes, testigos, historiadores y expertos de lo que fue el Holocausto.
El material realizado para el trabajo le permitió exhibir una serie de otras realizaciones. Por ejemplo, en 1997 Un vivant qui passe, larga entrevista filmada con Maurice Rossel, delegado de la Cruz Roja en Berlín que pudo visitar el campo de Auschwitz en 1943. En 2001 fue el turno de Sobibor, entrevista con Yehuda Lerner, superviviente de la única revuelta exitosa organizada por los prisioneros judíos contra sus guardianes dentro de un campo de exterminio.
En 2017 estrenó su última película, Napalm.