Finalizó la batalla judicial que data de 1993 entre pobladores de la Amazonia y la petrolera estadounidense Chevron a pagar esta millonaria suma por daños ambientales causados por más de 20 años. El juicio comenzó cuando un grupo de ecuatorianos demandó a Texaco, comprada posteriomente por Chevron; el caso pasó por tribunales ecuatorianos y de Estados Unidos para finalmente retornar al país sudamericano, donde la empresa acusada recibió la primera sentencia condenatoria.
“Es una pena por eso, que durante tanto años, un cuarto de siglo buscnado justicia, pero también alegría de que finalmente esa persistencia de los pueblos, esa unidad de los pueblos da sus frutos y acá estamos”. dijo Pablo Fajardo, abogado de los demandantes.
Los demandantes sostienen que el derrame de miles de millones de desechos tóxicos provenientes de la explotación petrolera contaminaron suelos y fuentes de agua, afectó a unas 30 mil personas.