Ex nuncio de EEUU exige la renuncia del Papa por encubrir abusos
El arzobispo Carlo María Viganó, un ex alto cargo del Vaticano en EE UU, denunció que Francisco conocía las acusaciones abusos sexuales contra el cardenal Theodor McCarrick.
Domingo 26 de agosto 2018 13:43 hrs.
El ex nuncio en Estados Unidos Carlo María Viganó, pidió la renuncia del Papa Francisco al asegurar que conocía desde junio de 2013 las acusaciones de abusos sexuales sobre el cardenal Theodore McCarrick, quien fue sancionado en junio pasado por el Pontífice.
El arzobispo Viganó escribió una carta de 11 páginas que fue publicada por algunos medios en varios países, en la que además el prelado acusó a otros miembros de la curia de formar “un lobby gay” y encubrir las acusaciones contra el cardenal estadounidense.
La carta se basa en acusaciones personales y el prelado no aporta ninguna documentación o prueba de estas.
“El Vaticano no tiene ningún comentario por el momento”, indicó el domingo una portavoz del Vaticano desde Roma, contactadas por los periodistas a bordo del avión del Papa Francisco que se dirigía a la ciudad de Knock, en Irlanda.
El ex embajador vaticano aseguró que Francisco conoció el caso el 23 de junio de 2013 porque él mismo se lo comunicó “y siguió encubriendo al cardenal ex arzobispo de Washington, McCarrick”.
El pasado junio, McCarrrick, de 88 años, fue apartado del colegio cardenalicio y el Pontífice “dispuso su suspensión en el ejercicio de cualquier ministerio público, así como la obligación de que permanezca en una casa que le será asignada para una vida de oración y penitencia”.
El ex nuncio en Estados Unidos Carlo María Viganó, pidió la renuncia del Papa Francisco al asegurar que conocía desde junio de 2013 las acusaciones de abusos sexuales sobre el cardenal Theodore McCarrick, quien fue sancionado en junio pasado por el Pontífice.
El arzobispo Viganó escribió una carta de 11 páginas que fue publicada por algunos medios en varios países, en la que además el prelado acusó a otros miembros de la curia de formar “un lobby gay” y encubrir las acusaciones contra el cardenal estadounidense.
La carta se basa en acusaciones personales y el prelado no aporta ninguna documentación o prueba de estas.
“El Vaticano no tiene ningún comentario por el momento”, indicó el domingo una portavoz del Vaticano desde Roma, contactadas por los periodistas a bordo del avión del Papa Francisco que se dirigía a la ciudad de Knock, en Irlanda.
El ex embajador vaticano aseguró que Francisco conoció el caso el 23 de junio de 2013 porque él mismo se lo comunicó “y siguió encubriendo al cardenal ex arzobispo de Washington, McCarrick”.
El pasado junio, McCarrrick, de 88 años, fue apartado del colegio cardenalicio y el Pontífice “dispuso su suspensión en el ejercicio de cualquier ministerio público, así como la obligación de que permanezca en una casa que le será asignada para una vida de oración y penitencia”.
El ex nuncio en Estados Unidos Carlo María Viganó, pidió la renuncia del Papa Francisco al asegurar que conocía desde junio de 2013 las acusaciones de abusos sexuales sobre el cardenal Theodore McCarrick, quien fue sancionado en junio pasado por el Pontífice.
El arzobispo Viganó escribió una carta de 11 páginas que fue publicada por algunos medios en varios países, en la que además el prelado acusó a otros miembros de la curia de formar “un lobby gay” y encubrir las acusaciones contra el cardenal estadounidense.
La carta se basa en acusaciones personales y el prelado no aporta ninguna documentación o prueba de estas.
“El Vaticano no tiene ningún comentario por el momento”, indicó el domingo una portavoz del Vaticano desde Roma, contactadas por los periodistas a bordo del avión del Papa Francisco que se dirigía a la ciudad de Knock, en Irlanda.
El ex embajador vaticano aseguró que Francisco conoció el caso el 23 de junio de 2013 porque él mismo se lo comunicó “y siguió encubriendo al cardenal ex arzobispo de Washington, McCarrick”.
El pasado junio, McCarrrick, de 88 años, fue apartado del colegio cardenalicio y el Pontífice “dispuso su suspensión en el ejercicio de cualquier ministerio público, así como la obligación de que permanezca en una casa que le será asignada para una vida de oración y penitencia”.
