El cadáver del senador McCain se expondrá el miércoles en la capital del estado de Arizona, al que representaba ante el Congreso. Allí estará hasta el viernes, cuando será trasladado al Capitolio en Washington, donde el público podrá acudir a honrarlo antes del funeral de estado, previsto para el sábado.
Son honores reservados sólo para personajes trascendentales de la historia estadounidense en los que por primera vez se excluye al presidente del país, por decisión del propio senador. Su lugar en la ceremonia lo ocupará el vicepresidente Mike Pence. Barack Obama y George W. Bush, quienes le arrebataron la presidencia a McCain, también fueron escogidos por él para pronunciar los elogios fúnebres.
La ausencia del presidente es un hecho insólito que tiene como trasfondo la profunda enemistad entre McCain y Donald Trump. El senador calificó al mandatario como la “antítesis de los valores fundacionales de Estados Unidos”. Por su parte, este irrespetó a McCain al burlarse de su arresto en la guerra de Vietnam. En referencia a ese hecho, afirmó que los verdaderos héroes no se hacen encarcelar.