Culminando el ciclo de las actividades legislativas desplegadas en este, su duodécimo año de vida, el Senado Universitario en la voz de su secretario saliente, el profesor Claudio Olea, ofreció a la comunidad su tradicional cuenta pública.

En un encuentro encabezado por el Rector Ennio Vivaldi, y marcado por el término de la actual legislatura iniciada el 2014 luego de las recientes elecciones, el órgano encargado de la labor legislativa y estratégica de la Universidad de Chile hizo entrega oficial a la comunidad, en manos de su máxima autoridad, del Plan de Desarrollo Institucional (PDI) 2017-2026 de la institución y de la Memoria del Senado Universitario 2006-2018.

Participaron de esta ceremonia el prorrector Rafael Epstein –también senador saliente del periodo-, la vicerrectora de Extensión y Comunicaciones, Faride Zeran; el vicerrector de Investigación y Desarrollo, Flavio Salazar; el vicerrector de Asuntos Estudiantiles y Comunitarios, Juan Cortés, así como los y las integrantes del Senado y Consejo Universitario, el vicepresidente del Consejo de Evaluación, Luis Valladares; y la contralora (s) Magdalena Gandolfo, además de otros integrantes de la comunidad universitaria.

Los resultados de un año de trabajo

En 46 sesiones plenarias y con un alto índice de asistencia de sus integrantes, y a partir del trabajo desarrollado en las diferentes comisiones –permanentes, no permanentes y externas- el Senado Universitario, como destacó Claudio Olea, en el último año se tomaron 45 acuerdos estatutarios, 87 acuerdos reglamentarios y 2 acuerdos procedimentales.

Uno de los puntos destacados por el secretario saliente fue el rol de este órgano colegiado en la discusión de la Ley General de Universidades y en la Ley Sobre Universidades Estatales, tanto en la incidencia legislativa como a partir de su participación en el Comité de Coordinación Institucional.

La creación de la Política de Inclusión y Discapacidad en la Perspectiva de la Diversidad Funcional, de la Política Universitaria de Educación y Formación de profesores, la aprobación de nuevos programas académicos de pre y postgrado, y de la modificación reglamentaria conducente a la transferencia interna por ajuste vocacional, fueron otros de los temas relevados en la cuenta.

En tanto, dentro de las materias pendientes, detalló Olea, se encuentran el aprobado Reglamento de Remuneraciones de la U. de Chile –basado en “el principio de no discriminación e igualdad en toda la universidad”-, herramienta que debe ser sancionada por Rectoría; así como la creación de la Defensoría Universitaria, que aún requiere, como prosiguió Olea, “el envío de ésta al Presidente de la República y /o su creación como unidad desde Rectoría”.

Así, a modo de resumen, el profesor Olea destacó cifras del total de la última legislatura (2014-2018): 417 acuerdos adoptados, 10 reglamentos aprobados o modificados, 4 políticas universitarias, 27 aprobaciones de creación de programas académicos.

PDI: una hoja de ruta para la Casa de Bello

A cargo de la Comisión de Desarrollo Institucional del Senado, el PDI 2017 -2026 fue aprobado el 19 de junio por parte de este organismo universitario. En palabras del profesor Olea, este instrumentos “es sin duda uno de los hitos más importantes de esta legislatura”, en cuanto constituye la carta de navegación a partir se podrá “pensar el futuro de la universidad”.

El documento, describió el secretario saliente, propone “doce estrategias que permiten potenciar virtudes y enfrentar las deficiencias”. Asimismo, agregó, “el marco que este PDI les pone a las tareas del próximo decenio, es el desarrollo pertinente de nuestro quehacer con las necesidades del país y el carácter nacional y estatal de nuestra universidad”.

“La integración de la Universidad en todos sus niveles y el desarrollo de una educación crítica, reflexiva, creativa, inclusiva, diversa, no sexista, en y para los derechos humanos y comprometida con el desarrollo del país” es uno de los desafíos que, como prosiguió Olea, deberá enfrentar la Casa de Bello, de la mano de este PDI.

Respecto a este logro, el vicepresidente del Senado Universitario, Guillermo Soto, destacó que este plan es el “programa de una institución pública, lo que significa que a los principios de calidad y pluralismo –propios de toda universidad- se suma los de inclusión, equidad social y de género, este último relevado por el reciente movimiento de mujeres de este año. Agrega también pertinencia para abordar con conciencia social, crítica y de manera éticamente responsable los retos universitarios, teniendo como norte, como suele repetirse, ‘Chile y las necesidades de su pueblo'”.

Así, continuó el académico de la Facultad de Filosofía y Humanidades, “el PDI de la universidad nos propone una excelencia que no se limite a indicadores externos ni a rankings objetivos de percepción -por más importantes que estos puedan ser-, sino que más allá de ellos, depende del cumplimiento de la misión de la principal universidad pública de nuestro país, considerando los problemas y retos de la sociedad actual”.

Quien estuvo a cargo de cerrar esta ceremonia fue el Rector Ennio Vivaldi, quien también valoró el rol y la participación legislativa del Senado Universitario. “Es tremendamente agresivo volver ambiguo y quitarle el significado profundo de identidad y de definición que para nosotros tiene el concepto de universidad pública”, dijo el Rector respecto a uno de los puntos más complejos de la discusión en el parlamento.

Finalmente, la máxima autoridad universitaria agradeció a las y los senadores, relevando que “más allá de personas, el Senado es por sobre todo un colectivo”.