Estados Unidos decidió sancionar una unidad del ejército chino por haber comprado a Rusia diez aviones de combate y material para misiles tierra-aire. Con estas sanciones, ya no tendrán acceso al sistema financiero estadounidense y tampoco podrán exportar a Estados Unidos, explica Anne Corpet, la corresponsal de RFI en Washington.
Sanciones en virtud de la ley CAATSA
Estas medidas fueron tomadas en virtud de la ley CAATSA, aprobada por una apabullante mayoría en el Congreso de EE.UU. el año pasado, y que prevé sancionar cualquier transacción con Moscú, Pyongyang o Teherán. Una ley concebida como herramienta disuasiva y que hasta ahora nunca se había aplicado.
En un comunicado, el Departamento de Estado precisó que el objetivo no es “mermar las capacidades militares de un país”, sino “imponer costos a Rusia, como respuesta a su injerencia en el proceso electoral estadounidense y a sus otras actividades malévolas, especialmente en Ucrania”.
Paralelamente a la aplicación de sanciones, Washington anunció haber incluido a 33 personas suplementarias en la lista negra de las entidades con las que toda transacción militar está prohibida bajo pena de sanción. En esta lista se encuentran ahora 72 nombres, entre ellos las principales sociedades rusas de armamento.
“Continuaremos implementando enérgicamente el CAATSA e instamos a todos los países a restringir las relaciones con los sectores de defensa e inteligencia rusa, los cuales están vinculados a actividades malignas en todo el mundo”, dijo el Departamento de Estado. Turquía está actualmente hablando con Moscú sobre un acuerdo acerca de un S-400.
Reacciones inmediatas de China y Rusia
China expresó este viernes su “gran indignación” por las sanciones impuestas. “Este gesto de Estados Unidos viola gravemente los principios fundamentales de las relaciones internacionales y perjudica seriamente las relaciones entre los dos países y sus Fuerzas Armadas”, declaró en rueda de prensa Geng Shuang, portavoz del ministro de Relaciones Exteriores.
“Exhortamos con firmeza a Estados Unidos a rectificar inmediatamente este error y a retirar sus denominadas sanciones. Si no, tendrá que sufrir las consecuencias”, advirtió. Precisó que Pekín protestó por ello ante Washington.
Desde Rusia, el viceministro de Exteriores Serguéi Riabkov declaró en un comunicado que “hay que recordar la noción de estabilidad mundial, que [Estados Unidos] hace tambalear de forma irreflexiva”, y añadió que “jugar con fuego es estúpido ya que puede ser peligroso”.
Además, Riabkov consideró que existe en Estados Unidos “un deporte nacional que consiste en tomar medidas anti-rusas”, y calculó que debe tratarse de la 60ª ronda de sanciones contra Moscú desde 2011. “Cada nueva serie de sanciones demuestra la ausencia total de resultados deseados por nuestros enemigos. (…) Las listas negras estadounidenses se duplican cada vez más. Es divertido, pero es así”, agregó.