Poco importaba que Gonzalo Fierro tirara dos espléndidos tiros libres. Ambos pegaron en el palo. Poco interesaba el ímpetu de César Pinares, que disparó cinco veces e hizo figura a Diego Sánchez. Lucas Barrios las tiraba todas afuera. Colo Colo estaba vacío.
En la tabla quedaba en esa zona en la que no nada sucede. No era el mejor, claramente, y tampoco el peor. En esa zona en la que no se consigue el acceso a copas internacionales ni se desciende. Pero le escapó a la derrota al empatarle 1-1 a Unión Española en el Estadio Monumental, sin público, en la última jugada del partido, y evitó masticar su séptima derrota consecutiva (no ganaba desde el 19 de agosto).
Martín Palermo salió a cuidar el empate siempre con la idea de que ganar le significaba pasar a su rival de turno y meterse de lleno entre los siete del privilegio internacional. Esperó el error y afiló sus colmillos en un segundo de inspiración y coordinación. Cuando Santiago Gallucci buscó la cabeza de Tobías Figueroa y el goleador le ganó en el aire a Óscar Opazo para servirle el balón a Ramiro Carrera. El llegado desde Arsenal batió a Agustín Orion con un derechazo a la esquina del arco blanco.
Valdés y Véjar fueron las novedades de Tapia para pelearlo hasta el final. Unión incrementó la fuerza de su repliegue, nunca más visitó a Orion y al borde del minuto 93, Jorge Valdivia abrió con Pajarito y el 20 encaró con la vista siempre pendiente en el paraguayo Barrios. La Pantera, en medio de las marcas de Ramiro González y Luis Pavez, con su cabeza salvó un punto agónico que se necesitaba para sanar las múltiples heridas recientes.
Eso sí, para animarse a entrar en la Libertadores de 2019, el Albo debe sumar prácticamente los 15 puntos que le restan al Campeonato Nacional.