Hasta la Contraloría General de la República acudieron las vicepresidentas de la mujer de los partidos que conformaron la Nueva Mayoría, para solicitar que se agilice el Protocolo de Objeción de Conciencia correspondiente a la Ley 20.031, por no ajustarse a derecho.

Asimismo, las representantes de las colectividades de oposición advirtieron que las consecuencias de que el Estado no cuente con este instrumento son graves para la salud de las mujeres de nuestro país.

La vicepresidenta de la mujer de la Democracia Cristiana, Carmen Avilés, criticó el rol de la ministra de la Mujer y Equidad de Género, Isabel Plá en este tema.

“Hasta cuándo las mujeres nos tenemos que hacer cargo de las negligencias y caprichos que ha presentado el Gobierno frente a este tema. Tenemos una ministra, Isabel Plá, que no se ha hecho cargo del tema, y que ha visto cómo el tiempo corre para las mujeres chilenas y aún no existe un protocolo que establezca los procedimientos para que la mujer sea atendida en dignidad y en legítimo derecho frente a una ley que ya existe”.

Por su parte, su par del Partido Socialista, Karina Delfino, consideró como inaceptable el retraso en la puesta en marcha de este protocolo.

“No podemos seguir esperando, sobre todo nosotras las mujeres, para poner en marcha un derecho que fue conquistado en base a muchas luchas que tuvieron muchas mujeres, así que nos hemos organizado hoy, para pedirle al Gobierno y también a la Contraloría General de la República, urgencia respecto de este tema, porque las mujeres ya no podemos esperar”.

Cabe recordar que el pasado 9 de mayo, Contraloría emitió un dictamen en el que determinaba que el protocolo sobre objeción de conciencia que redactó el ministerio de Salud no se ajustaba a derecho y por lo tanto instó a modificarlo.

Desde entonces han pasado más de 150 días y pese a que la Ley de Aborto en tres causales cumplió un año en vigencia, todavía no existe un documento oficial que establezca los procedimientos formales para que el personal de salud o las instituciones puedan negarse al procedimiento.