Como muy malo califica Ruy Fausto el escenario político de Brasil. El estudioso de Marx y profesor emérito de la Facultad de Filosofía de la Universidad de Sao Paulo sostiene que los problemas que enfrenta la candidatura de Fernando Haddad del Partido de los Trabajadores, están cruzados por la decisión de esa colectividad de “amarrar” al ex ministro con la figura de Lula, condenado por corrupción y detenido desde abril en el marco del caso Lava Jato.

En entrevista con el medio brasileño Carta Capital, Fausto sostiene que sólo “un sobresalto”, un acontecimiento que pueda alterar la coyuntura, podría cambiar los acontecimientos e inclinar la balanza del lado del abanderado del PT.

Y aunque reconoce que luego de la primera vuelta del 7 de octubre la colectividad hizo cambios, aún no son suficientes para generar una fuerza que permita doblegar el 46 por ciento de la votación que obtuvo el ultraderechista Jair Bolsonaro y que lo tiene ad portas de convertirse en el próximo presidente de la nación más grande geográfica y económicamente de América Latina.

“Encuentro que el escenario actual está muy malo y si no hay lo que los franceses llaman un sobresalto, nosotros vamos a perder”, sostiene el especialista quien agrega que aunque no todo está perdido, sí es necesario “un esfuerzo grande”.

“Hubo una evolución en la candidatura. Fernando cambió un poco el lenguaje, esbozó una autocrítica –que no fue muy lejos, pero un poco hizo- y respecto de Venezuela sostuvo que él no tiene nada que ver con eso. Cambiaron esa cosa de la bandera (el color rojo particularmente) y al mismo tiempo pusieron a Lula a distancia. El problema es que es un poco tarde”, estimó Fausto.

A su juicio, ligar a Lula con Haddad en la primera vuelta considerando el apoyo que el ex mandatario mostraba en las encuestas, finalmente resultó ser la idea equivocada al ver el nivel de rechazo que provocó en la población y que se evidenció a días del 7 de octubre con un incremento considerable del rechazo a la candidatura del PT.

“Lo mejor habría sido apoyar a Ciro Gomes y poner a Haddad como vice, pero Gleisi (Hoffman, presidenta del PT) declaró que Ciro jamás”, apunta el filósofo, quien cuestiona toda la estrategia ocupada hasta ahora y que pone en riesgo la democracia en Brasil y en la región.

Al mismo tiempo criticó que Haddad se niegue a llamar a Fernando Henrique Cardoso para conseguir su respaldo y así ampliar la base de apoyo de cara al balotaje, teniendo en cuenta que a sus 87 años el ex mandatario (1995-2003) está mirando su paso a la historia y ha declarado abiertamente que de tener la posibilidad de recomenzar trabajaría más ligado a la izquierda de su país.

Respecto de lo que se juega en esta elección, Fausto señala que hubo errores del PT que terminaron actuando en su contra. “Entonces apareció un sujeto con la bandera de la anticorrupción y ese discurso pegó mucho, fue transformado en absoluto. A eso se debe agregar el gran problema de la violencia. Junta todos esos factores con el trabajo de las iglesias que dieron su apoyo a Bolsonaro, lo que terminó en esta ensalada. Es la confluencia de varios factores que corresponden a un cuadro internacional”, el que se verifica en Italia con Matteo Salvini, en Hungría con Viktor Orbán o en Filipinas con Rodrigo Duterte, subraya el académico e investigador.

Si bien en las últimas horas Cid Gomes (hermano del ex candidato Ciro Gomes) subió a las redes sociales un video de apoyo explícito a Haddad en segunda vuelta, aún queda bastante que avanzar para asegurar un triunfo sobre el capitán en retiro que anuncia un cambio en las relaciones económicas y laborales en el país, así como en el intercambio con los demás países de América Latina.

Esto porque la primera pesquisa de la encuestadora Ibope dada a conocer este lunes, dejó a Bolsonaro con un 58 por ciento de las preferencias, seguido de Haddad con un 41 por ciento de apoyo a 10 días de la segunda vuelta.