A propósito de que las nuevas generaciones están sumergidas en las redes digitales de comunicación, sus herramientas y contenidos, investigadores de la Universidad de Chile advierten que las tecnologías actuales no suelen reemplazar a las antiguas, sino más bien, ampliar las posibilidades.
En marcos generales, el estudio toma como referencia datos obtenidos de la Encuesta Nacional de Participación Cultural 2017, en la cual se observa que dentro de las actividades artístico- culturales, el cine es el que prepondera con un 43,3 por ciento de personas que declaran haber asistido por lo menos una vez en los últimos doce meses a una sala de la pantalla grande, le sigue la compra de artesanía con un 34 por ciento y en tercer lugar, con un 30 por ciento, el consumo de música actual.
Al detallar la información por rango de edad, se observa que las personas entre 15 y 29 años, no solo tienen una participación mayoritaria en todas las actividades artístico culturales como teatro, danza, música clásica, música actual, exposición de arte, compra de artesanía o circo, también superan por lejos a los consumidores del séptimo arte entre todas las edades con un 65,8 por ciento de las preferencias.
En tanto, los autores del libro acotan la atención en los adolescentes chilenos y de éstos, se infiere que las películas que más les gustan son de los géneros de Acción, Ciencia Ficción y Drama, categorías que constituyen un 53 por ciento del consumo de películas.
A la hora de tomar en cuenta las variables de género, se acaba con la idea de que las películas románticas son más vistas por las mujeres y las de acción por los hombres, ya que los resultados muestran mínimas diferencias en la preferencia de género cinematográfico.
Mientras, el tipo de establecimiento y la situación socioeconómica, revela diferencias entre los particulares, subvencionados y municipales. El género Drama es más visto en los establecimientos particulares con un 24 por ciento y los planteles municipales prefieren la Acción y Aventura con un 23 por ciento.
En conversación con Radio Universidad de Chile, la editora de la indagación y académica del Instituto de Comunicación e Imagen, Lorena Antezana, se refirió al capital cultural que los establecimientos educacionales de mayores ingresos podrían proporcionar a sus estudiantes para comprender las películas de Drama y cómo la preferencia por el cine en cuanto manifestación cultural popular y masiva, es sobre todo evidente en los estrenos de cine hollywoodense. “La industria de Hollywood está pensada para los adolescentes en su gran mayoría y esto explica por ejemplo, el éxito de Marvel, DC y todos sus variantes”.
El cine no es el único consumo audiovisual que atrae a los jóvenes, puesto que aunque no son los que más ven televisión, existen programas que prefieren, y acceden a ellos en dispositivos distintos a la pantalla chica. Conforme a las cifras del año pasado, los noticieros son vistos por el 22 por ciento de los personas, mientras las telenovelas alcanzan al 18 por ciento y las series, animé y docudramas se ubican en el tercer lugar con el 17 por ciento.
Al respecto, Lorena Antezana advirtió que los datos son engañosos. “Miran un rato algunos titulares en la mañana, las cápsulas informativas, pero no es que se sienten a ver un noticiero y lo sigan, es algo que está puesto en el ambiente y tienen tendencia a mirar mientras hacen otras cosas, como al levantarse por la mañana. No es que sea algo que les gusta hacer a diferencia de ver series o jugar videojuegos o seguir a alguien en YouTube o revisar sus redes” afirmó.
En esa línea, reveladoras son las muestras de la investigación publicada recientemente, donde se evidencia la estrecha relación entre los productos de naturaleza audiovisual y la identidad de los jóvenes como ícono de la posmodernidad. Las personas entre 16 y 25 años son el grupo etario que más realiza actividades de Internet asociadas a la televisión en Chile, un 19 por ciento ve contenidos, un 18 por ciento chatea y un 17 por ciento busca páginas, mientras en menor porcentaje, comparten y publican contenido, revisan el perfil de contactos o hacen comentarios.
La académica comentó que esta generación “busca abrirse al mundo, están más en una etapa en que reciben las cosas y ahí seleccionan rápidamente, se inscriben en ciertas opciones, y esas son las que profundizan mucho”. Consultada por la aparente desconexión de los jóvenes, sostuvo que “sus mayores referentes hoy son sus pares como los Youtubers, sus recomendaciones vienen de ahí, no vienen de los medios, no vienen de otras generaciones”.
De este modo, concluyó que hay una especie de “cierre generacional” por parte de los jóvenes que necesitan un espacio donde puedan sentirse valorados y escuchados por sus pares, además de evadir esta etapa de incertidumbre y angustia con la ficción, un género en su opinión, “entretenido”.