“Quítame esa bolsa de la cabeza. Soy claustrofóbico”. Esas serían las últimas palabras que habría dicho con tono desesperado el periodista saudita Jamal Khashoggi mientras era asfixiado por miembros de la inteligencia de su país natal que terminaron con su vida en el consulado del reino árabe en Estambul, Turquía.
La frase quedó registrada en una grabación a la que accedieron autoridades turcas y la entregaron al presidente de su país, Recep Tayyip Erdogan. Desde un comienzo, el mandatario ha emplazado a la familia real saudí a que primero reconozca el crimen y ahora a que dé a conocer el nombre de los responsables de este asesinato.
Khashoggi acudió a la sede diplomática en busca de documentación que le permitiera casarse con su novia Hatice Cengiz quien fue la que luego encendió las alarmas de su secuestro. Ese 2 de octubre ella lo acompañó y quedó a la espera a las afueras del edificio del consulado. Al no tener noticias del periodista preguntó a los encargados del ingreso, sin obtener respuestas. Luego se dirigió a las autoridades turcas que iniciaron la investigación para después dar cuenta que Khashoggi había sido asesinado por agentes sauditas, aunque el hecho sólo fue reconocido 17 días después por Riad.
El presidente turco informó que la grabación la entregó a los gobiernos de varios países, entre ellos a los Estados Unidos, Francia, Inglaterra, Alemania y Arabia Saudita, este último país al que emplazó a dar conocer el nombre de quién o quiénes fueron responsables del descuartizamiento del cuerpo de Khashoggi, cuyos restos aún no son encontrados.
Mientras, Estados Unidos adelantó que solicitó a Arabia Saudita llevar a los implicados en este hecho ante la justicia.
Según se informó, el secretario de estado norteamericano, Mike Pompeo, conversó telefónicamente el fin de semana con el príncipe heredero saudí, Mohamed bin Salman, a quien dijo que su país hará rendir cuentas a todos los involucrados en la muerte de Khashoggi.
El periodista era residente en los Estados Unidos y colaborador del periódico The Washington Post e investigaba el uso de armas químicas por parte de la coalición que encabeza Riad en la guerra contra su vecino Yemen.