No son pocos los militantes y representantes de Evópoli que ven con preocupación el giro a la ultraderecha que está tomando la coalición oficialista Chile Vamos.
Y es que los encuentros con el hijo del electro mandatario de Brasil, Eduardo Bolsonaro, -de los que Evópoli decidió marginarse-, los vítores que recibió la arenga pinochetista de la diputada Camila Flores en el consejo general de RN y finalmente, la reelección de Jacqueline va Ryselberghe a la cabeza de la UDI, dejaron a la tienda presidida por Hernán Larraín Matte en una incómoda posición.
Así lo explicitó este lunes el propio líder de la colectividad, quien, en entrevista con Radio Zero, señaló que en Chile Vamos “está emergiendo un grupo más de ultra derecha y que además se va transparentando”.
En relación a este sector dentro de la coalición, Larraín Matte fue categórico en que “Chile Vamos es una coalición que cuando nació en 2015 fundó sus principios en la democracia, en los derechos humanos (…) si hay personas que son pinochetistas al interior creo que sería bueno que vuelvan a revisar los principios que fundaron nuestra coalición. Están bien claritos y el pinochetismo no está en ese cuadro”.
Más tarde, y luego de la habitual reunión entre el Gobierno y los presidentes de la coalición, el presidente de Evópoli reiteró sus dichos, advirtiendo que su partido “va a defender siempre los principios que vieron nacer a Chile Vamos” distanciándose categóricamente de la postura de varios de sus socios.
También lo hicieron los vicepresidentes de la tienda, Felipe Kast y Francisco Undurraga. El primero, aseguró en una entrevista el fin de semana ver “con preocupación a miembros de Chile Vamos tentados a girar a la extrema derecha”, mientras que el segundo, expresó que situaciones como la ocurrida en el consejo general de Renovación Nacional, “son un timbre de alarma hacia una derecha populista, con sesgos dictatoriales y poco democráticas, que es todo lo que nosotros no aspiramos y queremos para Chile”.
Una historia de desencuentros
Si bien no es la primera vez que se expresan diferencias al interior de la coalición, la embestida de la derecha más dura y conservadora ha ido tomando cada vez más fuerza en el oficialismo, considerando, además, que el ex candidato presidencial, José Antonio Kast, hizo públicas sus intenciones de volver a postular por el sillón presidencial.
Una situación que hace ruido no sólo en los partidos, sino que también al interior de la casa de Gobierno, desde donde monitorean lo que ocurre con el ex parlamentario que representa a un sector importante de la derecha chilena, incluyendo un porcentaje que se ha desafectado de la denominada “centroderecha”.
Pero la distancia que marcaron hoy explícitamente representantes de Evópoli con el resto de Chile Vamos no es la primera. Hay que recordar discusiones como la de la Ley de identidad de Género que produjo una fuerte resistencia en gran parte del oficialismo, el matrimonio igualitario o las marcadas diferencias por parte del partido de Larraín Matte respecto al Museo de la Memoria, luego de la salida del ex ministro Mauricio Rojas. En la lista también se encuentra la participación de Francisco Undurraga en el acto de conmemoración de los 40 años del “NO” organizado por la oposición.
En tanto, este lunes, a una semana de que se conociera la decisión del Ejecutivo de no suscribir el pacto migratorio de la ONU, Hernán Larraín Matte solicitó al Presidente Sebastián Piñera reconsiderar la medida, ya que “para Evópoli es muy importante la historia y la tradición del multilateralismo”.
Cabe destacar la relevancia que desde el Gobierno se le ha otorgado a este tema, donde ha sido el propio mandatario quien salió en varias oportunidades a fijar la postura del Ejecutivo y a reafirmar la determinación de no formar parte de los más de 150 países que adoptaron el pacto.
Consultado sobre un eventual giro a la ultraderecha, el presidente de Renovación Nacional, Mario Desbordes, descartó esta posibilidad: “Tildar de ultraderecha a líderes de la UDI me parece una exageración. Si uno quisiera ser serio en esto analizaría bien: si uno compara lo que propone Chile Vamos con lo que propone la denominada “ultraderecha”, estamos a años luz” aseguró.
Asimismo, negó que en su colectividad el “pinochetismo” sea algo transversal, sino que, a su juicio, son expresiones de la diversidad que conviven en el partido.
En la misma linea, su par de la UDI, Jacqueline van Ryselberghe descartó una derechización y reiteró su respaldo a Jair Bolsonaro: “Me cuesta pensar que 59 millones de brasileros sean de extrema derecha” argumentó.