El ministro en visita Mario Carroza decidió procesar y detener al ex general director de Carabineros, Bruno Villalobos, como cómplice de torturas con resultado de muerte en el marco de la investigación por el fallecimiento del estudiante de la Universidad de Chile, Patricio Manzano, en 1985.

De esta manera, el magistrado acogió la petición del Programa de Derechos Humanos del Ministerio de Justicia y de la familia del joven torturado en la dictadura.

El ex comisario de Carabineros, Ruperto Soto, también fue procesado bajo los mismos cargos que Villalobos.

Al respecto, el abogado querellante de la familia de Patricio Manzano, Cristián Cruz, valoró la decisión del juez Mario Carroza. A su vez, anunció que insistirá en el pedido de procesamiento por ser coautor del delito: “Este es el sistema procesal penal antiguo, por lo tanto, no hay una inmediación entre que se provee una resolución o se tramita, con la posibilidad de las partes de conocer cada uno de esos minutos o segundos”.

“En cuanto a la penalidad, ya veremos, porque recién está siendo procesado, falta la acusación, hay que ver lo que va a plantear la defensa respecto de las atenuantes, también lo que plantearemos nosotros en su momento, sobre las agravantes y penalidad concreta. Sí él ha sido encausado como cómplice de tortura con resultado de muerte, nosotros pretendemos que esto pueda cambiar a autoría. Evidentemente, la penalidad tiene que estar acorde a la gravedad del delito”, añadió.

Sobre la decisión judicial, el ministro del Interior, Andrés Chadwick, indicó que “las instituciones están funcionando” y que este es un “procesamiento propio del trabajo de los tribunales”. “Obviamente que las personas que han sufrido de este dictamen tendrán su legítimo derecho a defensa, pero es un proceso que se está iniciando”, argumentó.

Patricio Manzano.

Después de la confirmación del procesamiento del ex General Director de Carabineros, Bruno Villalobos, la diputada Carmen Hertz calificó la acción de Mario Carroza como un triunfo ante el manto de impunidad que hubo en un caso emblemático de violaciones a los Derechos Humanos.

“Esto demuestra no sólo la poca prolijidad de las autoridades civiles de todos los gobiernos post dictadura, sino que demuestra también el poder fáctico que han tenido hasta ahora las instituciones de las Fuerzas Armadas y de orden. Es lo mismo que ocurrió con el general (Hernán) Gabrielli de la Fuerza Aérea, que fue el delfín para ser nombrado Comandante en Jefe, en el momento en que se establece con claridad que participó de las torturas atroces que le hicieron a Eugenio Ruiz Tagle, una de las víctimas de Caravana de la Muerte; lo mismo con Cheyre, que era el niño maravilla de la transición”, subrayó.

Patricio Enríquez Manzano González tenía 21 años al momento de su muerte. Era estudiante de ingeniería de la Universidad de Chile e integrante de la juventud de la Democracia Cristiana. Aquel verano de 1985 partió rumbo a San Felipe a colaborar con los trabajos voluntarios que año a año promueve la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECH).

Desde que los estudiantes –alrededor de 170- llegaron a al Valle de Aconcagua, fueron acosados por la fuerza policial. Al cabo de unos días, el 8 de febrero, un grupo de uniformados detuvo a los voluntarios para, posteriormente, retenerlos en la Comisaría de Los Andes.

A eso de las 18:00 horas, los detenidos fueron trasladados a la Primera Comisaría de Santiago. Allí, fue evidente el mal estado físico de Manzano, por lo que estudiantes de medicina lo auxiliaron. No fue suficiente y, pese a las insistencias, Carabineros se negó a trasladar al malherido a un recinto hospitalario. Después de tres horas agonizando, el estudiante de ingeniería falleció.