La jornada de este martes, el gobierno puso suma urgencia al proyecto Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico, conocido también como TPP-11, que se encuentra en su primer trámite constitucional en la Cámara de Diputados.
De esta manera, el cuestionado pacto comercial deberá ser despachado en un plazo máximo de 15 días.
El TPP-11 se encuentra en vigencia desde el pasado 30 de diciembre en los países que ya lo han ratificado, incluyéndose entre ellos Australia, México y Japón.
Chile quiere sumarse a ellos, intentando despachar el proyecto antes del fin del periodo legislativo.
El acuerdo supone la eliminación de más del 95 por ciento de los aranceles entre los países miembros, que representan el 13.3 por ciento del PIB mundial y el 14.4 por ciento del comercio global, algo que los gobiernos suscriptores celebran.
Por otra parte, este Tratado multilateral ha sido considerado por movimientos sociales y de trabajadores como el peor Tratado de Libre Comercio de la historia, pues se les resta soberanía a los Estados en favor de las trasnacionales.
“El TPP es un tratado que nos va a afectar profunda y muy negativamente, Va a terminar con muchos derechos laborales, va a imponer la privatización de las semillas, nos va a impedir terminar con las AFP, nos va a impedir terminar con el negociado de las isapres. Es un tratado con consecuencias tan negativas y, sin embargo, no ha sido debatido plenamente, no se ha informado adecuadamente a la opinión pública”, dijo –en noviembre pasado- Camila Montecinos, integrante de GRAIN y la plataforma Chile mejor sin TLC.