Memoria y movimiento: una historia de la danza chilena a través de cien imágenes

Un nuevo libro publicado por un equipo de cinco investigadores recopila fotografías, afiches, programas de sala y otros archivos que pertenecen al Municipal de Santiago. "Hay una contradicción entre estos documentos visuales y la manera en que se ha contado la historia", dicen sus autores.

Un nuevo libro publicado por un equipo de cinco investigadores recopila fotografías, afiches, programas de sala y otros archivos que pertenecen al Municipal de Santiago. "Hay una contradicción entre estos documentos visuales y la manera en que se ha contado la historia", dicen sus autores.

El Ballet Clásico Nacional Chileno fue el primer elenco de danza que tuvo oficialmente el Municipal de Santiago. Fue precursor, porque varios de sus integrantes luego pasaron a las filas del Ballet de Arte Moderno y, más tarde, a las del Ballet de Santiago, la compañía que hasta hoy se presenta en la sala de calle Agustinas.

Sus directores eran Vadim y Nina Sulima, que habían llegado a Chile desde la antigua Unión Soviética, y lo habían hecho con ideas poco habituales. Querían llevar la danza a poblaciones y organizaciones obreras y querían hacer obras cuyo contenido se basara en la realidad chilena, conjugándolas con la tradición rusa que llevaban en la sangre.

Aunque rápidamente conformaron una compañía de calidad, su rastro se perdió con los años. “Su influencia en la década de 1950 ha sido casi totalmente borrada”, se lee en el nuevo libro Memoria visual de la danza en Chile 1850-1966.

El volumen reúne un centenar de imágenes que pertenecen a las colecciones del Centro de Documentación de las Artes Escénicas (DAE) del Municipal y que proponen una manera distinta de ver la historia de la danza en Chile, dice el editor José Manuel Izquierdo. “Hay una contradicción entre lo que se puede encontrar en este tipo de documentos visuales y la manera en que se ha contado la historia”, explica el musicólogo, quien lideró a un equipo de investigadores de distintas disciplinas.

Aunque cada uno aporta con textos de diversos enfoques, el libro se basa sobre todo en una poderosa colección de fotografías, afiches, programas de sala, recortes de prensa y otros archivos. “Tenemos la costumbre de contar la historia y luego poner la imagen que mejor la ejemplifica, pero acá la idea era que el discurso estuviera dado por las imágenes mismas”, afirma Izquierdo.

Un programa de sala para la gira que el Ballet Nacional Chileno realizó en 1964 por EE.UU.

Un programa de la gira que el Banch realizó en 1964 por EE.UU.

De este modo, aparecen hitos como el primer programa del Ballet Nacional Chileno (Banch), el primero del Ballet de Arte Moderno o imágenes de las primeras bailarinas que visitaron el país, pero también figuran hechos o personajes menos conocidos, como los Sulima. “Otro ejemplo evidente es el de Jan Kaweski, que estuvo entre los años 20 y 30 en Chile y siempre es mirado como un personaje menor, que hacía clases a señoritas de la elite por plata y no vale mucho la pena desde el punto de vista artístico. Sin embargo, sus álbumes personales, fotografías y programas de sala muestran que era un personaje interesante”, complementa Izquierdo.

Muchas de esas imágenes, sin embargo, no fueron hechas con el objetivo de dejar un testimonio para la posteridad. “En general, los bailarines hacen registro de ellos mismos para poder estudiarse, no como un registro histórico”, apunta Isidora Cruz, actual coordinadora general del Centro DAE. “Es algo que tiene que ver con lo inmediato, en un sentido práctico. En los años 40 ó 50 era más fácil ver las fotografías que conseguir otro medio de reproducción. Es algo de lo que me di cuenta al conversar con personas implicadas en la danza, porque ellos nunca lo ven como un documento que sirve para el registro y para escribir la historia”.

Enfocado en danza, teatro, ópera y ballet, el Centro DAE resguarda un enorme material que no solo abarca las actividades del Municipal, sino también de otras instituciones culturales: “Tenemos una gran colección documentada y catalogada, que se puede ver por internet, pero alrededor del 70 u 80 por ciento no está catalogado y dentro de eso hay otro porcentaje que no está organizado, entonces no sabemos qué material es. Es un acervo infinito”, dice Isidora Cruz.

Alumnas de Jan Kawesky en camarines del Municipal, en 1934.

Alumnas de Jan Kawesky en camarines del Municipal, en 1934.

Una mínima parte de ese patrimonio, al menos, ahora es visible en Memoria visual de la danza en Chile 1850-1966, un libro que pretende “estimular la investigación, no dejarla cerrada”, enfatiza José Manuel Izquierdo.

“En un archivo puedes catalogar, inventariar, incluso digitalizar; puedes tener cientos de miles de fotografías, pero mientras nadie te diga por qué la fotografía 1 es distinta a las 450, está un poco muerto. Los archivos viven en la medida que alguien los ponga en valor y este libro trata de decir que hay mucho discurso que sacar de estas imágenes, mucha historia que hacer. Ojalá más gente se entusiasme para hacerlo”, concluye.

Imagen principal: Una clase del Ballet Sulima en el Municipal, sin fecha. /  Todas las imágenes de este artículo pertenecen al Centro DAE del Municipal de Santiago.




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