El domingo 3 de febrero se cumplen los seis meses de adecuación para la eliminación definitiva de las bolsas plásticas en los grandes comercios, como supermercados y tiendas por departamento, en 120 comunas costeras de Chile.
La ley promulgada por Sebastián Piñera en agosto del año pasado y que incluirá incluso a negocios minoristas en un plazo de dos años desde su promulgación, convierte a Chile en el primer país de Sudamérica con este tipo de legislación, y para el especialista en ingeniería ambiental y académico de la Universidad de Santiago, Luiz Díaz Robles, lo ponen en órbita con los cambios culturales de otros países del mundo.
“Desde el punto de vista científico es un tema que llegó para quedarse y hay que asentarlo y buscar soluciones tecnológicas que puedan permitir reemplazar esos plásticos. Hoy existen alternativas a nivel de proyectos de investigación o a nivel de empresa: plásticos que se disuelven con agua y el camino es para allá”, explicó el experto
Sin embargo a este punto de vista se suman también los cambios en materia económica y de trabajo que podrían afectar a un importante grupo humano que labora silenciosamente en los supermercados: el personal de empaque.
El representante legal y cofundador de la empresa de empaques Unidos en Red, Felipe Luna, conversó con Radio y Diario Universidad de Chile y explicó cómo ha sido el proceso de adaptación en estos últimos seis meses, en donde asegura que algunos nuevos supermercados abiertos en regiones decidieron no incluir a empaques dentro de sus servicios ofrecidos.
“Nosotros tenemos alrededor de cinco locales que el año pasado ya sacaron las bolsas, por lo tanto ese proceso de adaptación como organización ya lo tenemos. Lo que hemos visto es que baja un poco las propinas. Al principio, los clientes se molestaban porque no hay bolsas, comprenden que el empaque es una ayuda”, señaló Luna.
Antes de la promulgación de la ley, otras comunas del país, a través de ordenanzas municipales, ya habían prohibido el uso de bolsas plásticas en los supermercados. Este es el caso de La Serena, por ejemplo, en el año 2017, cuya aplicación de la ordenanza tuvo reparos por parte de Empaques Universitarios, que señalaron a esta medida como una oportunidad para los supermercados de ahorrar en gastos de bolsas plásticas y no invertir en biodegradables.
Aunque la mirada de Díaz Robles es positiva ante la ley, el académico aseguró también que no es suficiente, dado que aún persiste la presencia de plástico en empaques de alimentos comercializados. Además, Díaz señalo que la forma más efectiva de hacerle frente a la problemática medioambiental es a través de nuevas legislaciones de este tipo.
Una de estas, por ejemplo, mencionó el experto, tendría que ver con la forma en la que desechamos la basura y que podría ser más responsable si es que es separada desde su origen, para luego facilitar el proceso de reciclaje.
Mientras tanto, las empresas de empaques en Chile, deberán enfrentar este 3 de febrero su proceso de adaptación más difícil hasta hoy.
Aunque Luna se mostró a favor de la eliminación de las bolsas de plástico, afirmó también que están perdiendo su herramienta principal de trabajo y que las propinas ya han disminuido en un 30 por ciento.
Pese a esto, Unidos en Red ya tiene planificado estrenar un sistema de aplicación móvil, tipo Uber, que les permita mejorar el acceso a supermercados a nivel nacional y esperan tener una legislación especial que evite su desaparición.