El ex comandante en jefe del Ejército, Juan Emilio Cheyre, se defendió de las acusaciones en su contra, en medio del proceso judicial que indaga su participación en la tortura de 24 personas en el regimiento Arica de La Serena. La declaración no tardó en generar reacciones y fueron precisamente sus denunciantes quienes, en conversación con Radio Universidad de Chile, tomaron la palabra para rechazar las declaraciones del denominado “general del nunca más”.

Nicolás Barrantes, uno de los querellantes por presuntas torturas en el Regimiento Arica de La Serena en 1973 y hermano de una de las 15 víctimas de la Caravana de la Muerte, se refirió a los dichos del que sindica como autor directo de torturas e interrogatorios: “Si hace una declaración como la que hizo, es un lavado de imagen completo. Es imposible que pueda blanquearse. Él tiene las manos manchadas con sangre. En el regimiento él me torturó y estuvo para el despacho de los 15 compañeros que fueron asesinados en el regimiento. Él participó, hasta hay militares que dicen que participó”, sostuvo.

Otro denunciante es Nibaldo Pastén, quien también fue detenido en 1973 en el mismo recinto militar. En ese entonces, fue condenado a 62 años de cárcel por un Consejo de Guerra comandado por Cheyre, en un proceso al que nunca tuvo acceso. También fue torturado por el ex comandante en jefe del Ejército, dice, aunque admite que es difícil hablar de lo que le tocó vivir en los días que estuvo detenido: “Realmente es un poco complicado volver a recordar los hechos, pero en honor a la verdad, yo creo que hay que hacerlo”, comenzó.

“La primera tortura que recibí de parte directamente del señor Cheyre es haberme pegado un culatazo con su arma de servicio en pleno rostro, fracturándome la dentadura, los dientes delanteros. Eso para empezar”, continúa Pastén. “De ahí, colocándonos colgados de las manos, aplicándonos corriente y echándonos agua para que la corriente fuera más efectiva”.

Otro de los afectados y procesados por el Consejo de Guerra que el entonces teniente Cheyre comandaba es el ex dirigente sindical Óscar Olivares, quien fue condenado a cadena perpetua por el Consejo de Guerra, pese a que jamás se le tomó declaración en el proceso. Olivares también conversó con Radio Universidad de Chile sobre los apremios e indicó que el ex comandante lo amenazó de muerte en reiteradas ocasiones.

Además, relata que al terminar el Consejo de Guerra en el que fue condenado, Cheyre lo amenazó. “Nos sacaron afuera del salón en el que estábamos y nos tiraron contra la pared. Él pasaba por detrás de nosotros, se reía, gesticulaba y nos amenazaba de muerte. Decía: ‘a éstos hueones hay que matarlos a todos’. Son las expresiones más canallescas, aparte de las otras expresiones”, recapituló Olivares.

Eso no fue todo lo que vivió Olivares a causa del entonces ayudante del coronel Ariosto Lapostol: “Una vez, siendo interrogado por el mayor Casanga de Carabineros, apareció Cheyre desde el segundo piso. Siento una puerta atrás mío y un taconeo. Yo lo escucho y él pregunta: ‘¿Y éste quién es?’. Le contesta Casanga: ‘éste es Óscar Olivares’. ‘¡Ahhh!’, dijo. ‘Éste es el conchesumadre que andamos buscando. A éste hueón hay que matarlo, igual que a todos los otros’. Y me dio cachetadas en la cabeza por lado y lado”.

De momento, en la causa en que comenzó a ser procesado el pasado 7 de febrero, el ministro en visita extraordinaria para causas por violaciones a los Derechos Humanos de la Corte de Apelaciones de La Serena, Vicente Hormazábal, analizó más de cien acusaciones por tormentos ocurridos en el Regimiento Arica en 1973. De acuerdo a lo dado a conocer por el juez, Cheyre es sindicado por las víctimas como autor directo de interrogatorios y torturas.