Huelga en Lota: la picota se alza en el Chiflón del Diablo

Producto de las paralizaciones, el Circuito Lota Sorprendente -que abarca la mina Chiflón del Diablo, el Parque Isidora Cousiño, y el Museo Histórico de Lota- se encuentra cerrado. El presidente del sindicato de la Corporación Baldomero Lillo, Gastón Ramírez, dijo a nuestro medio que la movilización busca un reajuste a sus salarios. También confirmó que no se descarta una huelga de hambre seca.

Producto de las paralizaciones, el Circuito Lota Sorprendente -que abarca la mina Chiflón del Diablo, el Parque Isidora Cousiño, y el Museo Histórico de Lota- se encuentra cerrado. El presidente del sindicato de la Corporación Baldomero Lillo, Gastón Ramírez, dijo a nuestro medio que la movilización busca un reajuste a sus salarios. También confirmó que no se descarta una huelga de hambre seca.

Los trabajadores del sindicato de la Corporación Baldomero Lillo, en Lota, llevan 24 días en huelga exigiendo mejoras salariales y mejores condiciones laborales.

Producto de las paralizaciones, el Circuito Lota Sorprendente -que abarca la mina Chiflón del Diablo, el Parque Isidora Cousiño, y el Museo Histórico de Lota- se encuentra cerrado. Hasta la fecha, se estiman en once mil los turistas que no han podido acceder al Monumento Nacional.

Claro, la huelga produce molestias, pero los trabajadores tienen sus motivos. En conversación Radio Universidad de Chile, el presidente del sindicato, Gastón Ramírez, dijo que los trabajadores llegaron a acuerdos en varios puntos, pero en los dos más importantes, la Corporación Baldomero Lillo ha sido intransigente.

Específicamente son el bono por fin de conflicto y el reajuste del sueldo. Respecto de este último, exigían un 20 por ciento de aumento, pues argumentan que el flujo de turistas, y por tanto de ingresos económicos, ha aumentado considerablemente. Pese a esto, los trabajadores se bajaron a un 13 por ciento de reajuste, aun así, no han tenido respuesta positiva.

“Tuvimos un proceso de negociación colectiva y llegamos a diez puntos a favor, pero hay dos puntos principales que son el sueldo y el término de conflicto. Estos dos puntos son los que motivaron la huelga legal que tenemos en este momento. Mucha gente dice que el 13 por ciento es alto, pero en estos dos últimos años hemos tenido un flujo de mil turistas por día”.

Cuando Lorena Lillo asumió la presidencia de la Corporación Baldomero Lillo –según comentó Ramírez-, prometió que, en caso de aumentar las ganancias, estas serían compartidas con los trabajadores. Sin embargo, hasta el día de hoy, esto no ha sucedido.

Quienes laboran en el Circuito Lota Sorprendente, siguen ganando un sueldo equiparable con lo que es hoy el salario mínimo.

“¿Cuál es el motivo? Es que hace siete años llegó la presidenta de la corporación, la señora Lorena Lillo, y conversó con todos sus trabajadores en aquel entonces. Ella dijo que cuando hubiera ganancias, las iba a compartir con sus trabajadores. Ahora le cobramos la palabra a la señora Lorena, y ella desconoce que haya dicho eso, cuando incluso los dijo por los medios de comunicación. Es por esto que nosotros nos tiramos a huelga, que con el transcurrir de los días nos bajamos al 13 por ciento, que son poco más de 20 mil pesos más”.

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Para llegar a buen puerto en este conflicto, Gastón Ramírez, en representación del sindicato, junto con el alcalde de Lota, Mauricio Velásquez, la diputada Joanna Pérez y el concejal Alejandro Cartes, llegaron a las dependencias de Corfo, en Santiago, para exigir la intervención en el conflicto.

A la estatal se le pidió una auditoría al contrato con la Corporación Baldomero Lillo, sin embargo, según Ramírez, la institución no puede hacer mucho más que fiscalizar a la empresa privada a cargo del Chiflón del Diablo.

“Como presidente del sindicato conversamos con el vicepresidente sobre nuestros dos puntos en la mesa: el reajuste del sueldo y el término del conflicto, pero, lamentablemente, como es una empresa privada, no pueden hacer nada. La Corfo puede fiscalizar, pero más allá no puede llegar. Nosotros decimos que será muy empresa privada pero los terrenos son de la Corfo, por tanto, de todos los chilenos, y el contrato con la Corfo dice que, si ellos no cumplen con todo, los terrenos se le quitan automáticamente sin pataleos. Nosotros como trabajadores lo único que nos interesa es que se nos arreglen esos dos puntos y estamos bien”.

Gastón Ramírez afirmó que las demandas de los trabajadores son apoyadas transversalmente por todo el espectro político de la octava región y, aun así, la Corporación Baldomero Lillo no muestra ni un ápice de intención de negociar.

La empresa ofreció un reajuste de un 4,4 por ciento, algo que los trabajadores consideran una burla, considerando las ganancias de la entidad y el actual sueldo de sus empleados.

Aunque Ramírez se mostró llano a seguir reduciendo el porcentaje de reajuste si así lo aceptan las bases, no descartó una huelga de hambre seca.

El dirigente explicó que hay muchos que viven de este trabajo, la mayoría ex mineros y con una edad superior a los 55 años. Motivación más que suficiente para llegar “hasta las últimas consecuencias”.





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