En 2017, un grupo de expertos determinó que el poeta Pablo Neruda no murió de cáncer. Según señalaron, el Premio Nobel de Literatura tampoco sufrió de una desnutrición severa, como se dijo luego de su fallecimiento.
De esta manera, los investigadores solicitaron realizar un segundo estudio para alcanzar una conclusión definitiva, sobre todo, luego del hallazgo de una toxina en uno de los molares del escritor.
En 2018 y, en el marco de las indagatorias, el ministro en visita Mario Carroza consultó al Gobierno quién correría con los gastos para efectuar los últimos análisis requeridos. Ante ello, el Ministerio del Interior reaccionó pidiendo a Contraloría que zanjara el tema, ya que en su opinión, el Ministerio de Justicia era el organismo que debía financiar dichos estudios.
Finalmente, y según informó este miércoles La Tercera, Contraloría emitió una resolución, exigiendo al Ministerio del Interior pagar los peritajes requeridos.
Según un informe del contralor Jorge Bermúdez, “resulta procedente que la Subsecretaría del Interior financie los gastos parciales asociados a la causa del poeta (…) con cargo al Programa de Seguimiento de Causas Judiciales de su presupuesto”.
Así, la resolución del organismo sostiene que la Subsecretaría del Interior “deberá informar semanalmente a la comisión de DD.HH. de la Cámara sobre el desarrollo de la investigación judicial”.
Con esta acción, el camino para esclarecer las razones de la muerte del poeta entrará en su fase final.