De manera sorpresiva y sin realizar consultas a la comunidad local, además de etnias originarias presentes en el territorio, están instalando en aguas de Puerto Williams, jaulas para la engorda de salmones de propiedad de la empresa chilena Nova Austral, cuyos principales accionistas son Altor Fund III, de noruega y, Bain de Estados Unidos.
Ante la impotencia al ver la llegada de la industria al extremo sur de Magallanes, los habitantes junto a comunidades indígenas, yaganes, mapuches hulliches han realizado una serie de manifestaciones. Una de las últimas efectuadas fue este martes durante la visita del intendente de la región, José Fernández.
En la oportunidad, movimientos ciudadanos irrumpieron en una actividad oficial, donde entregaron a la autoridad una carta explicando el rechazo a la proliferación de proyectos acuícolas en la zona.
El representante de la Comunidad Indígena Yagán, David Alday, criticó la actitud del intendente de Magallanes, y precisó, que el representante del gobierno central se reúne con la empresa, sin embargo, no ha respondido al petitorio por escrito, que residentes de la capital provincial de Puerto Williams le entregaron en su anterior visita, en dicha reunión la autoridad regional se limitó a responder que este proceso es legal, está zanjado y no se puede hacer nada al respecto con los. El representante Yagan además le enrostró sus continuas reuniones y muestras de apoyos al sector salmonero de Magallanes, lo que a juicio de los vecinos de Puerto Williams se contrapone a los intereses patrimoniales y a la vocación ecológica de la Isla Navarino.
“Existen procesos muy viciados desde que comenzaron la tramitación, se apoderaron de concesiones caducadas y no se sabe cómo se volvieron a otorgar. Todo esto se tiene que investigar, ya que estamos expuestos a que ocurran desastres como el de Chiloé, además el cambio climático ha hecho su trabajo acá, las temperaturas han subido, los glaciares que vemos al navegar están desapareciendo, por lo que se tiene que reevaluar esto, y debe intervenir una comisión ambiental de expertos”, afirmó.
Las comunidades yagán y kawésqar, junto a movimientos ciudadanos, han denunciado una serie de irregularidades en toda la tramitación de permisos del proyecto industrial salmonero en las aguas del Canal Beagle.
La vocera de la organización integrada por los vecinos de Puerto Williams, Lisselotte R. Álvarez, indicó que; ¨El proceso de marco zonificación fue un fraude, en que las comunidades de las Provincias de Tierra del Fuego (Porvenir) y Provincia de Cabo de Hornos y Antártica chilena (Puerto Williams), fueron engañadas pues los representantes de distintos sectores votaron por conservación, como principal uso del recurso hidrobiológico y las aguas del litoral, lo que implica la obstrucción de cualquier irrupción de industrias que vayan contra la preservación del medioambiente. No obstante el documento resultante de la macro zonificación dejó en primer lugar acuicultura en beneficio de las empresas salmoneras.
Elegir conservación se condice con la vocación territorial que además de ser tradicional, es el sustento las principales actividades económicas de la comunidad; pesca artesanal mediante la captura de centollón y centolla, así como turismo sustentable. Actividades productivas que se fundan en los atributos únicos de sus ecosistemas, lo que le valió la declaración como Reserva Mundial de la Biósfera –Unesco 2005-, por ser entre otras cosas un territorio prístino.
“Las concesiones datan del año 2001 y 2004, que en un principio fueron entregadas a Concar procesadora de recursos hidroniológicos, sin embargo, la transfirieron a otra compañía llamada Cabo Pilar, intertanto en que las resoluciones de calificación ambiental caducaron, y posteriormente fueron vendidas a Nova Austral. La misma empresa de Magallanes que tiene cuatro acusaciones por malas prácticas ante Superintendencia del Medio Ambiente y que espera resolución, por anoxia, es decir, falta de oxígeno en el agua por la concentración de especies, toxinas en el agua, entre otros problemas, como producir hasta cuatro veces las toneladas autorizadas por Sernapesca”, argumentó.
La empresa Nova Austral resalta en su página web lo sustentable de su proyecto acuícola, aunque no detalla que requieren entre tres a cinco kilos de peces nativos para faenar un kilo de salmón. Además, según cifras declaradas a Sernapesca, su merma por muerte de dicha especie alcanza el 16 por ciento del total producido.
Lisselotte R. Álvarez agregó que, a las múltiples denuncias medioambientales existentes que involucran a la trasnacional noruega, se suman anomalías en la tramitación de los permisos a través del Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) de Magallanes.
Según la vocera del movimiento ciudadano que se opone a las salmoneras en el Canal Beagle, un ejemplo es lo sucedido con la ex funcionaria del SEA, Karina Bastidas, encargada de dar el visto bueno a los proyectos, trabajaba anteriormente para una empresa acuícola y el SEA al mismo tiempo, periodo en que firmó autorizaciones ambientales para empresas salmoneras, todo bajo el visto bueno del entonces y actual director regional del SEA Magallanes, José Luis Riffo. Lejos de investigarse estos conflictos de interés, la cuestionada funcionaria hoy se desempeña como directora regional del servicio en la región de Los Ríos.
“Para que no se les exija estudios de impacto ambiental usan la norma a su favor y presentan los proyectos por separado, eufemísticamente hablando, más chiquititos, pero en realidad cada una de las tres concesiones a instalarse son del tamaño de una cancha de fútbol, y la cuarta, que está en proceso de aprobación, es proporcional a tres recintos deportivos de este tipo”, aseguró.
Al rechazo de las salmoneras por parte de los habitantes de Puerto Williams, empresas de turismo y comunidades indígenas, se ha sumado la oposición del municipio de Cabo de Hornos, representando por su alcalde, Patricio Fernández.
“Hemos dispuesto, con la venia del concejo, oficiar a las autoridades regionales y nacionales, no a las salmoneras en la zona, un territorio prístino, priorizando el reconocimiento que hemos obtenido por parte de UNESCO como reserva de la biosfera”, subrayó.
El concejo comunal de Cabo de Hornos pidió además a la ONG Greenpeace un análisis de los impactos medioambientales del cultivo de salmón, efectos negativos ocurridos en otras regiones del país donde impera la industria.
También anunciaron que próximamente se contratará un abogado especialista, para la presentación de acciones legales que buscan impedir la instalación de más jaulas de crianza en el territorio.
Paralelamente los reyes noruegos anunciaron visita de Estado a la Provincia Antártica, invitados por el presidente Piñera, que se concretaría a fines de este mes con el fin de promover su industria a ambos lados del Canal Beagle.
Invitados por el gobierno, los representantes de la monarquía, sostendrán una serie de reuniones con empresarios chilenos y noruegos, donde abordarán los temas de desarrollo de negocios futuros.