Han pasado dos días de que se pusiera en marcha la denominada “Operación Libertad” en Venezuela y el balance, según varios analistas, no es positivo, principalmente para la oposición venezolana encabezada por Juan Guaidó.
Y es que, luego de no conseguir –nuevamente- el respaldo de las Fuerzas Armadas y que las manifestaciones públicas tuvieran un impacto menor al esperado, la figura del auto proclamado Presidente Encargado, vuelve a verse debilitada.
Así lo cree la analista internacional y académica de la Universidad de Santiago, Lucía Dammert, quien en conversación con Radio Universidad de Chile afirmó no tener claro “que Juan Guaidó se haya fortalecido, sino más bien tengo la impresión de que sale bastante disminuido en algún sentido”.
Para la experta, Guaidó buscaba generar un momentum político, institucional y social donde la gente salga por cientos de miles a la calles a apoyar los cambios y generar así, demostraciones de mucha fuerza desde las Fuerzas Armadas a favor de los cambios y eso evidentemente no se logró”.
Esto, desde su mirada, puede haber ocurrido debido al miedo de la gente de salir a manifestarse, o bien, a una falta de coordinación efectiva con aquellos que están del lado del Gobierno pero que también podrían estar buscando un cambio.
Por esta razón, según la analista “lo que vemos hoy es que se fortalece el poder de los militares. En segundo lugar, Maduro actúa de una manera inteligente, estratégica, no sale a reprimir a la gente masivamente, no aparece rápidamente a dar declaraciones (…) y finalmente Leopoldo López queda en una embajada lo cual pareciera también mostrar cierta debilidad del proceso”.
En ese sentido, Lucía Dammert expresó que “lo que ha mostrado el apresuramiento de Juan Guaidó es que él no tiene todavía las capacidades estratégicas que este proceso requeriría y ahí hay que mirar muy bien. Evidentemente este es un proceso que requiere diálogo, conversación y estrategia. Nadie en su sano juicio puede creer que una transición después de 20 años de gobiernos de Chávez y Maduro vaya a ser una transición donde se cierren las Fuerzas Armadas y se parta de cero”.
La socióloga y doctora en Ciencias Políticas expresó que “uno de los grandes desafíos que tiene Venezuela y la oposición a Maduro es consolidar la existencia de una oposición real, con voluntad de poder y posibilidad de gobierno. Cuando uno mira lo que viene pasando con la oposición venezolana desde las últimas dos décadas ve una oposición débil, poco articulada, con muchos liderazgos unipersonales que no logran organizar a la población que está descontenta, que toman decisiones de retarse de elecciones que después se dan cuenta que son equivocaciones”.
En ese sentido, la experta proyectó los posibles escenarios de aquí en adelante “no va a haber proceso de cambio con Maduro. Aquí o se convocan a elecciones anticipadas o hay algún tipo de negociación con parte del Ejército o parte del chavismo para generar una transición. Me parece que lo que propone Maduro es una forma muy elegante de seguir ganando tiempo y seguir estando donde está y mantener el statu quo”.
Por esta razón, Lucía Dammert manifestó que “lo que se pierde con el levantamiento de hace un par de días es aquello que podría haber significado alguna conversación con algunos mandos internos que podrían estar ya resquebrajados frente a la crisis. Hoy día se vuelve un poco para atrás”.
La fase final de la llamada Operación Libertad se puso en marcha el 30 de abril con la liberación del opositor Leopoldo López. Este jueves el Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela ordenó la detención de López por la violación de la medida de arresto domiciliario, “además de violar la medida referida a la condición relativa a pronunciamientos políticos por medios convencionales y no convencionales, nacionales e internacionales, demostrando con ello la no sujeción a las medidas”, según señala el comunicado emitido por el órgano judicial.