Queda poco tiempo: Campos de Hielo Sur se fractura producto del cambio climático

La gran masa de hielo binacional sufrió una fractura de 37 kilómetros, por lo que luego de esta ruptura su derretimiento podría verse acelerado. Stefanía Vega, del Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales, OLCA, aseguró la situación no es más que el reflejo de cómo la actividad productiva nacional va apresurando los efectos del cambio climático.

La gran masa de hielo binacional sufrió una fractura de 37 kilómetros, por lo que luego de esta ruptura su derretimiento podría verse acelerado. Stefanía Vega, del Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales, OLCA, aseguró la situación no es más que el reflejo de cómo la actividad productiva nacional va apresurando los efectos del cambio climático.

El Campo de Hielo Sur se ha visto afectado en su parte chilena por los efectos del cambio climático, los que provocaron una fractura de 37 kilómetros de longitud, con una distancia entre placas de cerca de 100 metros y en dirección de norte a sur.

El hecho fue confirmado debido a un sobrevuelo que realizaron investigadores de la Unidad de Glaciología y Nieves de la Dirección General de Aguas y del Ministerio de Obras Públicas, información dada a conocer por El Mercurio.

Según consignó el medio, el corte corresponde a 208 kilómetros cuadrados y se ubica entre los glaciares Balmaceda y HPS 40.

Al respecto, Stefanía Vega, miembro del Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales, OLCA, señaló que esta fractura “es una muestra más de la consecuencias que están viviendo los distintos ecosistemas  frente a un cambio climático que, si bien desde hace mucho tiempo se viene proyectando, está cada vez más acelerado y no por una situación que suceda por arte de magia, más bien que es producto de decisiones políticas que no se han tomado en un país como Chile, por ejemplo, que tiene un 34 por ciento de su matriz energética en base a carbón y petróleo”.

Además, Vega indicó que este hecho viene a demostrar la necesidad de una ley que proteja todas las formas criosféricas, además de lagunas y humedales alto andinos, los que constituyen la base de un tramado que posibilita la conservación de estos ecosistemas.

Stefanía Vega, quien también es parte de la Coordinación de territorios por la Defensa de los Glaciares,  agregó que  “es importante, fundamental, señalar que es la minería y la hidroelectricidad las actividades que más dañan a estos ecosistemas glaciares y que, por tanto, dada la situación en la que estamos, debiésemos también apostar más a fortalecer las democracias, porque es justamente en los territorios donde no se toma la opinión de los habitantes, donde justamente están surgiendo las distintas posibilidades de subsistencia”.

Con la separación del glaciar Balmaceda del HPS 40, antes unidos por una denominada “lengua de hielo”, según los expertos de la Unidad de Glaciología y Nieves de la Dirección General de Aguas y del Ministerio de Obras Públicas, es probable que la roca absorta más radiación, lo que podría acelerar su derretimiento.





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