El miércoles el Gobierno presentó una serie de medidas orientadas a la clase media, sin embargo los expertos han sido consistentes al señalar que, en Chile, no existe una sola forma de definir a las clases sociales.
La profesora asociada del Departamento de Sociología de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Chile se refirió a este nuevo programa impulsado por el Ejecutivo y fue crítica respecto del concepto clase media. “El Estado no produce, o el INE no produce, una nomenclatura en la que todo el mundo se reconozca, y que sí existe en otros países, por lo tanto compiten varias formas de medir los sectores de clase media. Eso se vuelve aún más complejo cuando se le pregunta a la gente cómo se siente”.
Consultada respecto de cómo se puede definir la clase media en Chile, la profesora señala que hay varios formas de medir los sectores de clase media. “Las más conocidas son, por ejemplo, a través del ingreso como lo hizo Libertad y Desarrollo en el informe publicado el miércoles junto con la red de clase media protegida y que permite ubicar a la gente en función de sus ingresos, en general, un poco más arriba de la línea de pobreza”.
A lo anterior, la doctora en Sociología agrega que es posible también hacer una clasificación apelando a otros factores. Uno de ellos es el consumo, hay varios grupos de consumo que pertenecen a la clase media; o lo que usamos los sociólogos que son medidas en torno a la ocupación, porque esta da una indicación del nivel educacional y de los ingresos y de ahí, según la mirada que uno tenga, aparecen distintos grupos pertenecientes a la clase media”.
Para la experta, de acuerdo a esta última forma de medir, hay que excluir al gran grupo que colinda con la pobreza. “Ese es el gran debate que tenemos con los economistas, porque muchas de las medidas tienden a considerar que si uno no es pobre, es clase media. Desde nuestra disciplina consideramos que hay grupos intermedios a los que tradicionalmente se llama sectores populares. En el caso de Chile, ellos equivalen al 30 o 35% y no son realmente clase media, pues su ingreso como grupo familiar es de alrededor de 600 mil pesos y, ello por lo general, les genera muchísimas dificultades”.
Si se considera como factor de medición el de la mediana de los ingresos, en Chile ésta es muy baja y colinda en la línea de la pobreza. “No hablamos del promedio porque este no sería representativo de la realidad ya que en Chile hay gente gana muchísimo dinero y concentra grandes cantidades de recursos, así que, en general, sacamos a esa gente para tomar la mediana y, muy lamentablemente, esa mediana es muy cercana a la línea de pobreza por lo tanto, si se toma solo una medición en torno a los ingresos, la verdad es que el corazón de la clase media no está muy distante de la pobreza”.
Respecto específicamente de las medidas anunciadas por el presidente Sebastián Piñera, la profesora Barozet señala que al analizar más allá de la retórica de apelar a la clase media, el plan presentado no reviste mayor novedad. “Se está reempaquetando una serie de medidas que ya existían o que estaban pensadas para ser votadas en el Congreso y, a través de una plataforma única, simplificar el acceso a los recursos utilizando la clave única. Lo más novedoso es que un Gobierno de derecha acepte que para el 60 ó 70 por ciento de la población el mercado no es el mecanismo que permite repartir suficientes beneficios. Ese es el discurso que ese sector y también el centro e incluso alguna izquierda había sostenido, entonces estamos llegando a un momento donde se constata que el mercado tiene limitaciones y que hay un amplio grupo de la sociedad chilena, sectores pobres y vulnerables y alguna franja baja de la clase media, que sí necesita ayuda del Estado”.
Finalmente, la socióloga hizo mención a la retórica presente en los documentos emitidos por el Gobierno en los que se apela al sacrificio de estos grupos, a quienes nunca se ha ayudado. “Hay un reclamo en comparación con los sectores populares que sí han recibido ventajas de parte del Estado”.