Las declaraciones de Gary Medel confirmando que existe un “problema” entre Claudio Bravo y Marcelo Díaz y el resto de los integrantes de la “Roja” dejó de manifiesto una idea que se viene arrastrando desde la polémica salida de Jorge Sampaoli de la selección “este camarín es ingobernable”.
De hecho esa fue una de las razones que esgrimió el trasandino para su polémica salida, justo cuando nuestro país se encontraba en medio del camino rumbo a Rusia 2018.
Problema que ni la administración Pizzi, ni tampoco la de Reinaldo Rueda han podido solucionar, al contrario, el caos se ha instalado en la Selección y a días que el equipo salte al campo de juego en la Copa América de Brasil no hay certeza de quién es el que manda en el equipo.
En el caso de Rueda es doblemente condenable esta situación porque una de las razones por las cuales arribó a la selección fue su capacidad para manejar camarines difíciles y su disciplina y severidad fueron publicitadas como algunas de sus principales virtudes como entrenador.
Pero nada de esto se ha visto reflejado en la selección chilena, lo que sí se ha visto es un camarín que no ha podido recuperarse de la eliminación que sufrió del Mundial de Rusia 2018 y los fantasmas de aquél post partido, cuando la esposa de Claudio Bravo denunció una serie de indisciplinas en el equipo, siguen rondando los alrededores de Juan Pinto Durán.
Así, el panorama de la selección chilena para Brasil 2019 no parece para nada alentador. El foco se ha desviado totalmente del objetivo que es realizar un buen torneo y los jugadores se han desgastado producto de constantes interacciones con los medios de prensa que intentan, a toda costa, continuar con esta teleserie en la que se ha convertido la selección.
El gran responsable en esto es el cuerpo técnico que encabeza Reinaldo Rueda, dado que ha sido inoperante a la hora de restablecer la armonía y de domar un camarín domindado por caudillos, lo que era una de las principales peticiones por parte de la ANFP: mantener el orden y dar vuelta la página del episodio más negro que ha tenido esta generación, la eliminación de Rusia 2018.