En Bruselas, Bélgica, concluyeron 20 años de negociaciones entre la Unión Europea y el Mercosur y, cuya constancia, será un acuerdo que se firmará por ambos bloques, no sin antes despertar algunas interrogantes sobre las implicancias sociales, políticas y económicas que tendría para los países miembros.

Pese a que la Unión Europea tiene acuerdos individuales con otros países, incluido Chile, no es casualidad que antes de renegociar estos convenios, haya decidido llegar a buen puerto con el Mercosur.

Así lo afirmó en entrevista para este medio el especialista en derecho internacional de la Universidad de Buenos Aires, Javier Echaide, quien además recalcó que este acuerdo concentrará, al menos, la cuarta parte del PBI global.

En un análisis del contexto, las condiciones en las que se iniciaron las negociaciones entre ambos bloques eran sumamente distintas a las que existen ahora. Por ejemplo, recalcó Echaide, China no había alcanzado el protagonismo que tiene hoy en América del Sur. En ese sentido, este nuevo acuerdo tendría un fuerte mensaje político.

Javier Echaide.

“La Unión Europea desea intentar seguir compitiendo. En ese sentido, tiene que intentar conservarse en una situación de privilegio para no quedar rezagada frente a los competidores como pueden ser los mercados norteamericanos o el chino. Para eso, la Unión Europea necesita nuevos socios y pretende firmar una serie de tratados de libre comercio con otros bloques”, explicó el especialista.

De los países miembros del Mercosur -como lo son Brasil, Paraguay, Uruguay y Argentina- es en este último donde gran parte de los expertos han mostrado su inconformidad frente al secretismo que significa el cierre de este convenio.

En la única información liberada este lunes desde la Unión Europea, la especialista en economía internacional, Luciana Ghiotto, ha podido identificar que uno de los principales sectores argentinos afectados por este tratado será el industrial.

Todo esto pese a que, según se sabe, existe una desgravación arancelaria considerada de aquí a 10 o 15 años aproximadamente. Sin embargo, según explicó Guiotto, tal y como sucedió en el tratado NAFTA, el tiempo se cumplió y las consecuencias que esto tuvo en México son de suma consideración.

Luciana Ghiotto.

“Cuando pasa el lapso de protección paulatina, el Mercosur tendría que abrir a la competencia con la Unión Europea el sector de autos y eso sería totalmente perjudicial. Se termina imponiendo una modernización obligada del sector y una competencia feroz, que si no se promueve desde el Estado una transformación de ese aparato productivo, estaríamos con un problema de desempleo”, indicó Ghiotto.

En Chile, en medio de un debate en torno a la aprobación del Tratado Transpacífico TPP 11 y de la próxima renegociación del tratado que se mantiene con la Unión Europea, lo sucedido con el Mercosur es un dato a tomar en cuenta.

Edgardo Riveros.

El académico de la Facultad de Derecho de la Universidad Central, Edgardo Riveros, explicó cuál es la situación actual de Chile respecto de este tratado.

“Chile tiene un tratado de asociación con la Unión Europea de hace más de quince años, el mismo que se ha logrado con el Mercosur. Estos tratados no solo contemplan los elementos económicos y comerciales que son propios de tratados de libre comercio, sino que además tocan los aspectos de cooperación y de relación política”, detalló Riveros.

Para el académico, pese a que hay que resolver aspectos de competencia para enfrentarse a un tratado de este tipo, es mucho más importante considerar que el proteccionismo no es una gran opción de desarrollo. La firma del tratado entre la Unión Europea y el Mercosur, según Riveros, debería abrir las posibilidades de integración y mejores negociaciones en bloques como la Alianza Pacifico y el Mercosur.