Ser libre. Hacer conjuros. Ir lejos. Son frases que Camila Vaccaro utiliza al hablar de los días que pasó dando forma a La bruja, el disco que presenta este jueves 22 en la Sala Master de Radio Universidad de Chile.
El álbum, disponible en el lanzamiento y desde el próximo viernes 30 en servicios digitales, es el primero de la cantante, compositora e instrumentista que, durante más de una década, formó parte del grupo Merkén, al tiempo que sumaba colaboraciones con pares como Natalia Contesse, Paz Quintana o Juanafé.
En el último año y medio, Camila Vaccaro torció el rumbo y se hizo cargo de su nombre propio. “Fue una especie de accidente y necesidad”, dice para explicar la decisión. “El impulso estuvo bien influenciado por mi grupo de amigos. Pablo Contreras, que fue el director musical, empezó a armar maquetas con mis temas. No es que desperté un día y dije que quería hacer un disco solista”.
“Por otra parte, tengo un montón de colaboraciones y me gusta mucho, pero quería que la producción de mis canciones tuviera mayor velocidad y un vuelo más relacionado con mis decisiones antes que con asambleas creativas, que eran las fórmulas con las que venía trabajando. Fue una especie de emancipación creativa, una necesidad de hacer cosas en menos tiempo y preguntarle a menos gente. Ahora se ha transformado en un proyecto y me siento bien a caballo de esta veta solista. Es un universo que habito y del que soy dueña”, detalla.
El fruto de esa emancipación es La bruja, siete canciones donde los ritmos latinoamericanos se cruzan con sintetizadores, programaciones y timbres eléctricos. Para darles vida, armó una banda que integran el tecladista Pablo Ariel López (Merkén) y dos miembros de Juanafé: Rodrigo Rojas (guitarra) y “Pancho” Craddock (batería).
En la Sala Master, a ellos se sumarán dos invitados: el saxofonista Edén Carrasco y la argentina Sofía Viola, con quien Camila Vaccaro se ha unido también en el trío Ikanusa, que completa Carmen Lienqueo.
“El concierto va a ser una especie de bestiario. El disco se llama La bruja y hay personajes como el diablo, el curandero, el mariposero… es como un jardín de monstruos y bichos”, adelanta sobre una jornada que también funcionará como despedida: durante las próximas dos semanas, se irá de gira por Buenos Aires y Montevideo, dos ciudades que ya conocen de sus actuaciones.
¿Qué desafíos y complicaciones has tenido al asumir el protagonismo y no estar dentro de un grupo o colaborando con otras personas?
Han sido un montón de desafíos y millones de complicaciones – responde Camila Vaccaro entre risas. Sobre todo, es hacerse cargo y entender que el proyecto depende íntegramente de uno. Tengo el privilegio de estar con gente que trabaja para este proyecto, pero hay que entender que uno es el corazón y lo más importante de lo que uno hace es lo que uno hace.
Eso ha sido un cambio: entender que Camila Vaccaro es un proyecto, es esta música, este imaginario. No se trata de mí, porque a veces uno se limita con el ego y me pasaba que me daba vergüenza. ¿Cómo se va a tratar todo de mí? ¿Cómo le voy a poner Camila Vaccaro? Cuando uno entiende que no se trata de eso, sino de un universo que estás creando, se genera un compromiso con el trabajo artístico. Esa liberación ha sido fundamental.
En el disco hay personajes, quizás una historia… ¿Cómo diste forma a eso?
Nada estaba planeado, fue tomando forma. Había muchas canciones y otras se hicieron después. Al tocarlas me di cuenta que había un hilo conductor, que eran parte de un circo freak, que generaban un pequeño universo: no solamente un bestiario imaginario, sino el bestiario que nos conforma. En esa me fui.
Por ejemplo, “Diablo viejo” fue la primera canción y dice “toma la forma que el recato te quitó”. Estaba hablando de mí, en un periodo muy particular de mi vida. Fue un conjuro personal, siempre desde la belleza que eso significa. Abrir la puerta, prender la luz del cuarto oscuro de ti mismo. Esa es la intención del disco.
La bruja es un personaje que puede entenderse de muchas maneras. ¿Cómo lo entiendes tú?
Me parece un nombre hermoso por lo mismo, porque puedes llenarlo de significado. La bruja puede ser la mina celosa, la hechicera fantástica, la que quemaban viva, un montón de cosas.
En la canción, no es una bruja tipo que vuela en escoba. Es una bruja que tiene patas de iguana, trepa por las paredes como araña, tiene la boca llena de baratas, tiene poto de caballo y está feliz tomando todas las formas que tiene. Hay una frase que me gusta: “En las noches de luna y alcohol / me transformo en lo único que soy / una bruja con garras que espantan / con plumaje y patas de iguana / corro libre por el callejón / en lo oscuro me siento mejor”. En lo oscuro, porque es el lugar donde no hay ningún molde que respetar y se puede correr libre. Esa es la bruja con la que me amigué.
Noche de brujas
Camila Vaccaro se presentará a las 20:30 horas de este jueves 22 de agosto en la Sala Master de Radio Universidad de Chile, ubicada en Miguel Claro 509, Providencia.
Las entradas tienen valores de $4.000 (preventa en contacto.camilavaccaromusica@gmail.com), $5.000 (general) y $8.000 (con disco). Más información acá.