Este jueves, fue presentado en el Congreso un proyecto de ley que busca prohibir el uso de lacrimógenas u otros compuestos químicos en establecimientos educacionales, todo esto, recogiendo como antecedente las movilizaciones y ocurridas durante este año en liceos como el Instituto Nacional.
La iniciativa cuenta con el apoyo de parlamentarios de diversas coaliciones, tanto de la oposición como del oficialismo. Gonzalo Winter, Juan Santana, Jaime Bellolio, Camilla Vallejo y Rodrigo González, se han mostrado a favor de este proyecto.
Consultada por Diario y Radio Universidad de Chile, la diputada que firma la moción, Cristina Girardi, entregó detalles de lo que pretende ser una modificación al decreto 400, que se rige bajo la ley del Control de Armas por parte de Carabineros.
Así, para Girardi, la normativa actual de elementos químicos como las lacrimógenas solo está regulada por los protocolos de Carabineros. Sin embargo, aún si se toma en cuenta a dichos protocolos, los efectivos policiales no estarían respetando el principio de la proporcionalidad.
“El argumento de Carabineros son los encapuchados en el Instituto Nacional, pero los encapuchados a veces son 10 o 20 y los alumnos son más de 4 mil. Entonces, terminas afectando a 4 mil por los 10 encapuchados. Existe un principio de la proporcionalidad que está dentro de los protocolos de Carabineros, y aquí hay una desproporcionalidad total”, explicó Girardi.
No obstante, esta iniciativa ha sido criticada por el diputado UDI, Jorge Alessandri, quien aseguró que el PPD estaría utilizando a todos sus expertos para coartar las “pocas herramientas con las que cuenta Carabineros”.
“Creo que lo importante es fijarse justamente al otro lado, cómo evitamos que los alumnos usen bombas molotov. Nosotros le entregamos el monopolio de la fuerza a nuestras fuerzas policiales, y es normal que un carabinero ande con pistola y chaleco antibalas, ese es su trabajo. Obviamente tiene que proporcionalmente enfrentar a un ciudadano cuando este afecta la libertad de otro”, aseguró el diputado.
Contraria a la postura de Alessandri, su par de bancada, Jaime Bellolio, apoyó a la iniciativa y condenó los actos de violencia perpetrados por los encapuchados; sin embargo, en opinión del diputado UDI, el castigo para frenar esta violencia termina involucrando a toda la comunidad escolar.
“Para que en un colegio pueda haber verdadera calidad de la educación, no puede haber ni encapuchados ni violencia, ni tampoco bombas lacrimógenas. Es por eso que yo he apoyado el proyecto. No hay ninguna duda de que estoy en contra de cualquier tipo de violencia, por lo mismo uno también tiene que estar en contra de que se ocupen medidas que castigan a toda la comunidad escolar y no solamente a aquellos que están produciendo esta violencia”, precisó Bellolio.
Alejados de esta disputa política, diversos centros de padres, incluido el del Instituto Nacional, respaldaron la moción presentada. En conversación con nuestro medio, la vocera de los centros de apoderados de establecimientos de Providencia y Santiago, Judy Valdés, confirmó que la iniciativa es respaldada por el Liceo 7, Carmela Carvajal, Lastarria, el Liceo 1, Barros Borgoño y el internado Barros Arana.
Según Valdés, las consecuencias de la utilización de elementos químicos en los establecimientos escolares van desde sangrados en la nariz hasta la resistencia de estudiantes con asma a sus respectivos medicamentos.
Además, la también presidenta del Centro de Padres del Instituto Nacional recalcó que esta iniciativa había sido una petición constante en reuniones anteriores con las autoridades municipales.
“Respaldamos esto porque, en un año cuatro meses, nos hemos reunido con diferentes autoridades que pueden influir en la utilización de las bombas lacrimógenas dentro de los recintos estudiantiles y la respuesta ha sido nula. Por el contrario, se han implementado más aún el uso de ellas dentro de los colegios con los alumnos en sala de clases y se incorporó el gas pimienta”, indicó Valdés.
Esto, a su vez, se suma a la noticia que el centro de padres del Instituto Nacional recibió respecto de una declaración de Contraloría que calificaba de improcedente a la revisión de mochilas en el Instituto Nacional. Sobre esto último, Valdés aseguró que solo confirma algo que en reiteradas oportunidades le recalcaron al alcalde sostenedor, Felipe Alessandri.
En cuanto al proyecto para prohibir las bombas lacrimógenas en los colegios cuestiona medidas respaldadas desde la municipalidad y recoge como antecedentes a las opiniones de la comunidad médica internacional. El componente químico de las lacrimógenas, por ejemplo, está prohibido por la Convención de Armas Químicas para casos de guerras.
Sumado a esto, los laboratorios estadounidenses fabricantes de estas armas disuasivas han advertido que su uso en habitaciones cerradas puede poner en riesgo la vida de una persona. Pese a todas estas advertencias, en la práctica -aseguró la diputada Cristina Girardi- su uso “ha sido normalizado”.