El Ministerio de Educación creó el Plan Nacional de Lenguajes Digitales, dirigido a todos los establecimientos que reciben aportes del Estado, y que se enfoca en que el pensamiento computacional se instale en la agenda educacional de forma duradera y sirva de base para procesos de aprendizajes posteriores.
El Plan busca empoderar a las próximas generaciones con las nuevas habilidades que exige el futuro y puedan resolver problemas de todo ámbito con una lógica distinta a través del “Pensamiento Computacional”.
A juicio de las autoridades, este tipo de razonamiento les permitirá aplicar creativamente la programación en el arte, las ciencias y otras disciplinas y acceder en igualdad de condiciones, sin sesgos de género u origen, a nuevas profesiones científicas y tecnológicas.
El Plan Nacional de Lenguaje Digital se trabajará en cuatro áreas: formación de docentes en ejercicio, recursos de aprendizaje y actividades para estudiantes, curriculum y educación temprana.
La ministra de Educación, Marcela Cubillos, se refirió a la puesta en marcha de este plan “así como las matemáticas son la habilidad que está detrás de la ingeniería, el pensamiento computacional es la habilidad que se requiere para la robótica, la programación, la inteligencia artificial, y en general para entender cómo funcionan las nuevas tecnologías. Nuestros niños y niñas son nativos digitales y debemos aprovechar esto para que desarrollen al máximo sus habilidades en el exigente siglo XXI”, sentenció.
Por su parte, Sebastián Marambio, director del Centro de Innovación del Mineduc, señaló que se dispondrá de herramientas multimediales para estudiantes y docentes y agregó que “países como EEUU, Italia, Israel e Inglaterra llevan varios años impulsando la enseñanza de pensamiento computacional por medio de la programación en sus escuelas, con este plan en Chile estaremos a la vanguardia en Latinoamérica”.
En Estados Unidos, se estima que cada año se requieren 500 mil nuevos empleos de programación debido a la conexión de miles de millones de personas a través de redes digitales.
En Chile la situación no es tan alentadora. Según la OCDE, solo un 6% de la población tiene las habilidades necesarias para enfrentar los cambios tecnológicos que se presentan, y un 42% de la población general ni siquiera tiene las habilidades básicas.