El pasado jueves, la presidenta de la UDI, Jacqueline van Rysselberghe, y los senadores Juan Antonio Coloma y Víctor Pérez, entre otros, iniciaron las gestiones para blindar al subsecretario de Desarrollo Regional, Felipe Salaberry. Esto, luego de que se revelara que, en agosto pasado, la autoridad habría violado la Ley de Tránsito al no respetar tres luces rojas.

A ello se suma una denuncia que dice que Salaberry insultó a un fiscalizador municipal de Ñuñoa. Esta acusación propició que el Ministerio Público abriera una causa por eventual tráfico de influencias, ya que Iris Salaberry, hermana del subsecretario, habría realizado gestiones para conocer la identidad del inspector que lo multó.

Los argumentos del gremialismo tienen que ver con que no existirían pruebas respecto de las denuncias, pese a la existencia de un parte. “Me impresiona el oportunismo y el sesgo de la Fiscalía, que aparece como un brazo armado de la izquierda chilena”, sostuvo Van Rysselberghe.

Por su parte, el ministro del Interior Andrés Chadwick sostuvo: “Nos parece que lo justo, lo correcto, lo racional, es que esto se esclarezca a la brevedad posible por la justicia”.

Mientras, el pasado viernes, la ministra vocera, Cecilia Pérez, se reunió con el subsecretario. No obstante, no existieron menciones respecto de las acusaciones. Por el contrario, las autoridades aseguraron que continuarán trabajando en los mandatos presidenciales.