Sylvie Goulard, acechada por una serie de escándalos, recibió 82 votos en contra y sólo recabó 29 a favor y una abstención de los eurodiputados de las comisiones de Mercado Interior e Industria que la audicionaron en dos ocasiones.
“Tomo nota de la decisión (…) Agradezco al presidente [de Francia] y a Ursula von der Leyen [próxima titular de la Comisión] su confianza y a todos los diputados que votaron”, tuiteó Goulard tras el rechazo de los eurodiputados.
Además de suponer un revés para el presidente francés, la decisión representa una amenaza para la Comisión de Von der Leyen, si nadie -ni la alemana, ni el presidente galo, ni la propia Goulard- deciden retirar su candidatura.
Desde Lyon (este de Francia), un tenso Macron aseguró que pedirá “explicaciones” a la alemana, quien le había asegurado que contaba con garantías sobre la candidatura de Goulard, a quien ella había escogido entre tres candidatos.
Von der Leyen reconoció en una declaración que tres de sus candidatos “no obtuvieron la mayoría y llamó a organizar los próximos pasos “sin demora”, en un momento en que la UE debe gestionar el Brexit, previsto el 31 de octubre.
La exministra alemana ya había perdido a la socialdemócrata rumana Rovana Plumb y el húngaro Laszlo Trocsanyi (PPE, derecha). Ambas familias políticas, junto a los liberales de Macron, sustentan la mayoría de la futura Comisión.
“Venganza”
Sylvie Goulard, ex eurodiputada centrista de 2009 a 2017, aspiraba a dirigir una importante cartera que reúne las políticas sobre industria, mercado interior, desarrollo militar, espacio, sector digital y cultura.
Pero los eurodiputados cuestionaron su idoneidad por las dos investigaciones abiertas -en Francia y por la Oficina Europea de Lucha contra el Fraude- por la presunta contratación ficticia por su partido de asistentes parlamentarios.
A raíz de la investigación en Francia, Goulard dimitió como ministra en 2017, pero, ante los eurodiputados, se negó a dimitir automáticamente como comisaria si finalmente la justicia la acababa imputando. “Estoy limpia”, aseguró en su primera audición a comienzos de octubre.
Eurodiputados, como la izquierdista Sira Rego, criticaron que Goulard se vea apta para ejercer como comisaria pese a que los hechos por los que dimitió de ministra siguen abiertos. “Fue la arrogante transgresión de esta evidencia lo que causó [su] caída”, según Arnaud Danjean (PPE).
La liberal Nathalie Loiseau atribuyó el revés al deseo de “venganza” contra Macron del líder del PPE, Manfred Weber, a quien los mandatarios no designaron como presidente de la Comisión, pese a liderar a su partido en los comicios de mayo.
El trabajo de Goulard como consultora para el centro de reflexión estadounidense Berggruen por un monto de “más de 10.000 euros” mensuales de octubre e 2013 a enero 2016, cuando ejercía de eurodiputada, también indignó a sus otrora pares.
La nueva Comisión debe asumir sus funciones el 1 de noviembre, un día después del Brexit, siempre y cuando logre la mayoría de la Eurocámara en un voto previsto el 23 de octubre, aunque podría retrasarse, como ya ocurrió en 2009.